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miércoles, 11 de noviembre de 2015

Por Lo Demás, Todo Bien

Este ha sido un año espectacular. No voy a hacer un recuento porque ya me han dicho que están hartos de mí y de mi exitosísima vida jajaja; así que pueden seguir leyendo porque este post dista mucho de logros y celebraciones, por lo menos ahora no. La única recomendación es que no juzguen ni critiquen, tal vez ni siquiera traten de comprender, solo lean (traigan papel, pañuelo o algo porque muy probablemente van a moquear). 

Estos últimos dos meses y medio han sido realmente complicados a pesar de todas las cosas que me “han visto” hacer y que ha sido motivo de su hastío. Todo este tiempo he ido liberando de a pocos esta nueva carga que tengo que llevar y que, como siempre, trato de hacerlo lo mejor que puedo.

Pero soy humano, por más fuerte y luchador que he sido, soy y seguiré siendo; nada te prepara al 100% para las pruebas que tienes que enfrentar y que, como ya han visto, a mí me tocan de las “big ones”. Así que comprendan y entiendan que yo también tengo miedos (http://kikin-rispa.blogspot.com/2015/08/kikin-tenias-miedo.html), que también caigo (http://kikin-rispa.blogspot.com/2015/05/caer-esta-permitido.html), que también lloro (http://kikin-rispa.blogspot.com/2010/06/no-llores-chavo.html)

Hace dos meses y medio tuve uno de mis controles en el INEN y creo que nadie se percató que no puse mi tradicional foto diciendo “todo OK”. No esperaba recibir una noticia de ese calibre: En la tomografía apareció una lesión y lo más probable era que fuese metastásico (maligno). Balde de agua fría. Conmoción. Lágrimas.

Si hay algo que no esperaba y que no quería pasar era tener que volver a estar lidiando con el cangrejo. Para mí era historia pasada y enterrada, que iba a quedar en el recuerdo, en el blog y en mi libro. Pero no eran los planes del cangrejo… no se quedó contento, no quiso que yo gane tan “fácilmente”… y volvió a la carga.

Miles de cosas vinieron a mi cabeza como si fuera la garúa espesa de Lima. Ideas que iban y venían incansablemente entre tantas cosas buenas que había hecho y que tenía planeado… todo… vueltas y vueltas… y el inevitable “¿Por qué?”, y no solo eso sino que era un “¿por qué DE NUEVO?”

A tomar decisiones… una huevada ser adulto… decidir qué hacer, por dónde empezar, como decirlo… mierda… la familia, los amigos, el trabajo, el parabádminton, las charlas… mierda… 

No… evitar caer en el juego del “qué pasaría si…” y centrarme en el “qué debo hacer hoy…”. Además, ya lo pasé una vez, lo podré pasar nuevamente, como me lo han estado diciendo… pero ha sido un proceso totalmente distinto y ajeno a aquél primero de hace 5 años que con mucho dolor y sufrimiento salí adelante. Esta vez ha sido muy distinto, menos doloroso físicamente pero igual de fuerte emocional y espiritualmente.

Decisiones, la cagadera de decisiones… Me iba al mundial de parabádminton en una semana… ¿ir o no? Las huevas, me fui… esa oportunidad era como pocas… Al regreso enfrentaría lo inevitable. Me fui sin pensar mucho en esto y regresé de la misma manera. ¿Para qué atormentarse? Estaba en otro continente y tenía que sacarle provecho, y así lo hice (http://kikin-rispa.blogspot.com/2015/09/el-mundialista.html). 

Una vez de regreso me confirmaron que lo más adecuado era operar para extraer los nódulos. Más decisiones… se venía la Teletón… no podía dejar de estar ahí y ahora con más razón pues el testimonio de vida, de mi vida, continuaba en carne viva en ese mismo momento. No lo comenté pero yo lo sabía y eso hacía que fuera aún más importante y especial, así como más fuerte para mis adentros (http://kikin-rispa.blogspot.com/2015/10/historia-de-vida-teleton-peru-2015.html).

Antes y después de teletón tuve 2 charlas de motivación… Curioso… pues el motivar para ser honestos estaba un poco desmotivado… desanimado… triste… ¿Cómo hacer una charla así? Bueno, de la misma forma que salí a pararme en el escenario de la Teletón a hablar en vivo y en directo a todo el Perú: Con huevos. Y aquí si me atreví a comentar a grandes rasgos el momento que pasaba… no sin sentir ese nudo en la garganta y el ardor en los ojos por lo difícil del momento. Luego, todo lo demás fluyó, como en todas mis charlas, porque cuando uno está convencido de que hace lo correcto, de que es su propósito, así estés moribundo lo haces y bien.

A esas alturas ya tenía una segunda tomografía que mostraba un nódulo crecido y un segundo en el otro pulmón… mierda… ¿más? La llovizna de Lima nuevamente en la cabeza… ¿Será la demora? ¿La agresividad del cangrejo? ¿Mi “destino”? Qué más da, eran los hechos irrefutables y solo quedaba seguir con los exámenes pre operatorios.

Llegó el Abierto de parabádminton (http://kikin-rispa.blogspot.com/2015/10/abierto-cerrao.html). El deporte siempre ha sido amigo “mal agüero”, pues es en estos momentos de intenso deporte y dedicación cuando han aparecido las señales del bicho este… ¿Irónico no? Mientras más sano, más se manifestaba… creo que ahora sí le haré caso a mis primos y no volveré a dejar el trago… como si al final uno se cuidara por las huevas… (En fin, palabras de “despecho”, no hagan tanto caso)

Acabado el abierto y no habiendo asumido más compromisos, me tuve que ver cara a cara con el cangrejo. Han sido las dos peores semanas pues salvo por el trabajo, que con dificultad lo sobrellevaba, no tenía casi nada que me distraiga. Volvió la llovizna
y se transformó en lluvia, lluvia que empañaba y dejaba resbaloso todo; pero que no dejaba otra opción que buscar el paraguas para seguir avanzando. 

Fueron dos semanas de evitar las preguntas estancadas en la garganta de la familia. Dos semanas de ver a los amigos y decidir si contarles o no. Dos semanas en que para muchos Kikín estuvo un poco ausente y que no fue por estar muy ocupado (dejen de poner esa excusa por favor) sino por estar aun asimilando todo este nuevo y distinto proceso.

Las dos semanas llegaban a su fin el viernes 6 en la última cita con el doctor de tórax quién debía darme fecha de operación. Y así fue. Tenía que regresar lunes 9 para internarme y operarme mañana jueves 12, 8am.

Aproveché el fin de semana para comer y tomar a placer. Aproveché para pasar momentos con la familia. Aproveché para tener una conversación “poco romántica” para explicar que mi vida es “poco convencional”. Aproveché para estar cerca de mi cole, de mi promo, del fulbito que siempre me hace falta… aproveché lo que pude como pude antes de pasar por la operación y por la respectiva recuperación.

Porque ¿obvio no? De esta me recupero, como de todas las anteriores, igual de rápido o más… Miles de cosas me faltan por hacer; no he encontrado mi propósito en la vida para que se quede en sus pininos… No… hay mucho por hacer pero como me dijeron, ya me tocaba mi “tate quieto” para no sobredimensionar al “luchador incansable” y que mantenga su condición de humano que vive y pasa por situaciones varias, felices y difíciles, pero que son éstas complejas las que dieron inicio a toda esta historia de lucha, esfuerzo, dedicación, convicción, fe y amor; de todo para todos y que aún tiene para rato.

¡He dicho!


¿Kikín, puedo hacer algo por ti?.- Reza… y si no crees, con mayor razón, vale más; sus oraciones serán importantes. No se desesperen, apenas esté bien me manifiesto para que no atormenten a mi familia (que ya tiene suficiente). Y si quieres hacer algo más concreto puedes comprar el libro o recomendarlo, no me caería nada mal aumentar mis ingresos después de gastar los ahorros de mi prótesis…


Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(11 de Noviembre del 2015)

domingo, 8 de diciembre de 2013

Cada Año, Valió La Pena

No hace mucho vi en una serie de televisión que uno de los personajes contaba sobre una situación muy difícil que tenía que pasar, y otro personaje le respondía “… entonces habrá que hacer que valga la pena”. En ese momento recién me di cuenta que por “pena” se refería a una situación triste, dolorosa, sufrida, complicada, tormentosa… Por lo cual comprendí realmente que cuando se pasa por un momento así, lo único que puedes hacer al respecto es salir adelante, superarlo, reponerte; haciendo que “valga la pena” el haber pasado por eso.

Tal vez algunos la tenían clara y otros, como yo, no le habían prestado atención. El punto es que yo lo entendí y cobró valor al estar a puertas de mi tercer aniversario. No tiene que ver con relaciones de pareja ni tampoco con trabajo… para los que no sabían, exactamente un 7 de diciembre del 2010 entré a sala de operaciones para que lleven a cabo la cirugía que salvaría (y cambiaría) mi vida: la amputación de la pierna derecha nivel AK (Arriba de rodilla por sus siglas en inglés).  

Cuando cumplí el primer año dejé un mensaje por ese día (http://kikin-rispa.blogspot.com/2011/12/feliz-1er-aniversario.html), con un poco de nostalgia pero también con mucho optimismo. La verdad que el segundo año el día se pasó como cualquier otro, no sé por qué, ni me interesa saberlo, solo fue así. Este tercer año fue muy particular: Lo pasé subido en el escenario de uno de los programas televisivos más sintonizados del país… El Gran Show (http://www.youtube.com/watch?v=6sbXtAS1HmY).

No es que estuviera ahí arriba celebrando mi tercer aniversario sino que me invitaron a participar de este “reto”, bailando junto a otras PCD; como siempre dije que sí porque “Kike va”. Era una oportunidad más de demostrarle a la gente que “lo único que no tiene solución es la muerte… para todo lo demás siempre va a haber alguna forma de superar todas las barreras que se vayan presentando”. Y creo que a través de mi propia vida lo estoy demostrando… y estoy haciendo que valga la pena… 

Es mi propósito hacer que valga la pena esas 5 horas de operación, más 8 horas en cuidados intensivos, más 6 horas de un insufrible y desgarrador dolor que sentí al pasar los efectos de la anestesia, y que ni la morfina podía hacer que desaparezca sino hasta la mañana siguiente, en la cual, al lado de una amiga, empezaba a sentir alivio… tu mano, valió la pena.

Es mi propósito hacer que valga la pena esos miles de soles recolectados por mis familiares y amigos para poder solventar los gastos que tendría que asumir tanto por mi tratamiento de quimio como para mi prótesis… cada sol, valió la pena.

Es mi propósito hacer que valga la pena esos 5 meses de quimioterapia, meses en los cuales mi cuerpo se debilitaba, pero mi espíritu se fortalecía; recibiendo oraciones, pensamientos, visitas, regalos, abrazos, de familiares, amigos y hasta desconocidos… por esa buena vibra, valió la pena.

Es mi propósito hacer que valga la pena esos 4 meses de rehabilitación en el INR para tener una primera prótesis (por más cagona que fuera) y haber pasado 18 meses de rehabilitación en el Rebagliati para una segunda prótesis, mejor que la anterior pero aún a muchos años luz de una prótesis biónica, que es la que necesito; todo para volver a andar sobre dos piernas… volver a caminar, valió la pena.

Es mi propósito hacer que valga la pena esos 6 meses en que me reemplazaban para trabajar, tanto en la Católica, como en mi empresa de recursos humanos; sumado a esos otros 6 meses que me tomaron readaptarme al trabajo bajo mi nuevo estilo de vida como PCD… su apoyo incondicional, valió la pena.

Es mi propósito hacer que valga la pena esos 12 meses siguientes en lo que fui aprendiendo a cómo sobrevivir en esta ciudad de mierda que no es inclusiva y que me mira por encima del hombro, si es que me mira, por tener discapacidad; y por aprender lo que es tener y perder una enamorada dentro de este proceso de adaptación y supervivencia… la enseñanza de la calle y del amor, valió la pena.

Es mi propósito hacer que valga la pena estos últimos 12 meses de lucha constante por hacer que se respeten mis derechos y el de todas las PCD, porque somos seres humanos, porque estamos vivos y queremos vivir, vivir bien, con los demás; esa lucha me llevó a la radio, a la tele, y empezar a ser considerado un referente en el tema por la convicción que tengo de hacer lo correcto porque sé que puedo… hacerme respetar, valió la pena.

Es mi propósito hacer que valga la pena estos 36 meses de penas y tristezas de las personas que me quieren y que, de distintas maneras, me han acompañado y apoyado durante todo este proceso; inclusive no hace mucho con algunas disculpas innecesarias por “no haber estado ahí”… cada lágrima, valió la pena.

Es mi propósito hacer que valga la pena estos 36 meses de penas y tristezas mías, porque yo también lloro, como hoy, pues a pesar de mi coraje, de mi lucha, de mi entrega, de mi convicción y de mi propósito de hacer de mi vida un ejemplo para los demás; hay momentos en que realmente, en el momento más honesto de mi afligido corazón les digo, que daría lo que fuera por no haber tenido que pasar por esta situación… levantarme cada día y seguir luchando, valió la pena.


¡He dicho! 


Más que valer la pena.- es una bendición recibir todos sus mensajes luego de la presentación en el Gran Show, esa es la energía que necesito para seguir en esta lucha interminable… de vivir.


Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(08 de Diciembre del 2013)

sábado, 24 de diciembre de 2011

Una Buena Noche de Noche Buena


Me encanta el pavo!!! Mucha gente se queja de que se la pasa hasta enero comiendo pavo, a mi no me disgusta, es más, propongo celebrar el día del trabajo y fiestas patrias también con pavo, que dicen? Quién dijo yo?! De hecho que me encanta el arroz árabe y su puré de manzana… al principio no me gustaba mucho el puré de camote, pero a tanta insistencia de mi madre por ponerlo en la mesa todos los años, le agarre el gusto. Sobre el panetón y chocolate, si bien me gusta, siempre he tenido una observación: ESTAMOS TOMANDO CHOCOLATE CALIENTE EMPEZANDO EL VERANO!!! Ya demasiado alienados… no sería mas riqui tomar chocolatito caliente un fiestas patrias que hace un frío de la cuchi? Bueno en fin, cosas de costumbres, por lo menos yo no tomo chocolate en noche buena para bajar la cena (encima de alienados, chanchada mal! Jajaja)

Regalos!!! Claro, a quien no le gusta recibirlos, no? En mi familia somos 5, como saben, así que normalmente tenemos 5 regalos. Pero como debe ser, los regalos (y toda la emoción de la navidad) se la lleva mi sobrino. La navidad es de los niños definitivamente. La ansiedad de esperar la noche para recibir los regalos (que a veces es de todo el mes!), la desesperación por abrirlos, la carita de emoción de tener lo que todo el año estuvo jode y jode a los papás para que hablen con “papa Noel”, la revolcada final en medio de todos sus juguetes deseando que esa noche mágica nunca termine… lo máximo!!!

El nacimiento. He visto de todo, desde un pesebre de cerámica de 10x15, hasta la pared de toda una sala con todos los animalitos incluidos elefantes, jirafas, leones, soldaditos de plástico, canicas, trencitos con rieles y todo, carritos, etc. etc… también la sagrada familia, con distinta ropa y de todos los tamaños… algunos ponen al niño en el pesebre, otros esperan a las 12, otros a la bajada de reyes, otros lamentablemente hasta se olvidan… Pero peor es que muchos se olvidan de darle significado trascendente a la fiesta o solo se dedican a comer (algunos chupar) y regalar. 

Lo verdaderamente hermoso de todo esto es AGRADECER y COMPARTIR. No tienes que rezar todo un rosario de rodillas en la iglesia ni tampoco dar un regalo al hijo de la empleada de la tía de la sobrina de la amiga de tu prima en 5to grado de consanguineidad. Agradece por lo que tienes, sin importar lo que te falte. Comparte lo que tienes, no lo que te sobra. Eso es lo maravilloso de la navidad, lo especial del nacimiento de Jesús: la importancia de compartir en familia y comunidad (amigos, vecinos, conocidos, etc.) en la bendición de Dios, agradeciendo lo bueno y lo malo, juntos (así no estén físicamente juntos, espiritualmente sí). 

Personalmente cada noche, luego de cenar, me doy un tiempo para acercarme a “adorar” al niño Dios con una breve oración, una oración del corazón, para agradecerle por todo lo ocurrido en el año, bueno y malo; y ofrecerle todo mi ser para que sea instrumento de su amor. 

Ya que este año ha sido “ligeramente particular” y en la cual muchos de ustedes han estado presentes en cuerpo o en espíritu, creo que es justo y necesario compartir con todos mi humilde oración. Oren conmigo:

“Señor, siendo muy honesto contigo me cuesta mucho decirte gracias. Nunca voy a entender si fue justo o no, si era necesario o no, si me lo merecía o no. No lo voy a entender y tampoco estoy buscando hacerlo, solo sé que haber tenido cáncer y que por su culpa haya tenido que perder una pierna y haber pasado por la atrocidad de la quimioterapia, ahora es parte de mi vida, y así son las cosas. Toca asumir. Pero eso no implica resignación, lo sé, tú me lo enseñaste. Asumir la vida no implica rendirse ante las dificultades, asumir los hechos implica aprender de ellos, recibir el mensaje y mejor aún, transmitirlo. Asumir lo que pasó y lo que puede pasar implica también aprender y prepararse para lo que viene, no es abandonarse “a lo que venga” sin ánimos de que pase, sino esperarlo con los puños arriba para enfrentarlo y superarlo. Sé también que será más difícil, y con seguridad encontraré situaciones en las que no pueda superarlo en el momento; pero para eso también me enseñaste lo que es perseverancia y convicción, seguir hasta el final por lograr el objetivo, así eso signifique la muerte.

Me es más fácil agradecerte cuando pienso en lo que me diste y no en lo que te llevaste. Pero lo pongo en la balanza y las bendiciones superan de lejos (aunque a veces no parezca) los tragos amargos. Mucha gente se pasa la vida esperando un saludo, yo recibí cientos de visitas. Muchos esperan recibir una caricia, yo recibí incontables abrazos. Muchos esperan recibir un “lo hiciste bien”, yo recibí muchos “eres mi héroe”. Muchos esperan reconocimiento, yo recibí admiración. Varios pasan la vida buscando amistad, yo recibí hermandad. Todos anhelamos afecto, yo recibí demostraciones de amor.

Por eso que a pesar de todo, de lo que pasó, de lo que pasará, me queda un eterno gracias:
Gracias por la vida, la salud y el bienestar. 
Gracias por el tiempo perdido y el tiempo invertido, también por el tiempo de espera.
Gracias por la familia que tengo, después de mí, son los que más sufrieron con todo esto, sin embargo están todos de pie,  a mi lado, fuertes, más que antes.
Gracias por mis amigos, verdaderos amigos, más de uno me ofreció su pierna si pudieran, por favor bendícelos por siempre para que las tengan sanas y que ayuden a cargar el peso de los que los necesitan completos.
Gracias por los desconocidos que enviaron mensajes, correos, inbox y demás. Renueva mi fe y esperanza que a pesar de todo la gente tiene bondad en su corazón. 
Gracias por los doctores, por los que ayudaron y por los que no se quisieron meter, por las operaciones y las medicinas, por las enfermeras y las visitas, con sus aciertos y errores, sigo vivo. 
Gracias por el blog y la prensa pues así un pequeño mensaje llega a mucha gente que tal vez necesitaba más tenerlo que yo hacer mi catarsis.
Gracias por la familia marista, soy testigo viviente que Marcelino, Jesús y María vive en todos ellos.
Gracias por mis trabajos y las personas que conozco en estos, gracias por su apoyo y sus enseñanzas, respeto y consideración, y mejor aún, amistad.
Gracias a todos por las lágrimas, las risas y en especial, las oraciones. 
Gracias por permitirme entrar en sus corazones, gracias por dejarme llevar algo a sus vidas y compartir la mía con ellos.

Tú que me conoces bien y sabes que no me gusta pedir, me gusta dar, y si me toca recibir algo pues así será y si no, es porque no era para mí. Pero si tengo que pedir, te pido lo mismo que te pedí hace unos días: FE en que al final la vida nos recompensa, ACTITUD para darle cara a la vida, AMOR de las personas que nos rodeamos, GRATITUD inclusive por lo malo y FUERZA para seguir luchando. Y si es pedir por los demás, solo te pido que les enseñes lo que realmente significa vivir, y que en resumidas cuentas es, como dijiste, AMAR.”

Amen.

Feliz Navidad!

He dicho!

Kikin Rispa
(24 de diciembre del 2011)