Muchas veces he comentado que me parece tonto dedicar “el día de…” a cosas que no son del todo importantes, o cosas que son importantes pero que no considero necesario se les dedique un día especial, como el día de los enamorados (http://kikin-rispa.blogspot.com/2013/02/odio-el-dia-de-san-ridiculin.html). Creo que no se está lejos de nombrar “el día de la pista con hueco”, por decir algo… pero bueno, cada loco con su tema, hay gente que le gusta esto y lo respeto… Solo digo que tengamos en cuenta que cosa es importante y que cosa se crea con fines comerciales (consumismo que le dicen)
Pero también hay de esos eventos que REALMENTE merecen tener un día especial… como hoy. Sin duda el día de la MADRE se merece el digno lugar que ocupa en el calendario, pero sobre todo tener ese lugar inigualable en el corazón en cada uno.
Hay un hecho único, incomparable, maravilloso, mágico, misterioso (y doloroso también), que marca una diferencia abismal entre mujeres y hombres, y por eso pienso que mi género jamás podrá competir ni compararse con la mujer: El milagro de la vida.
Definitivamente nunca podré pasar por esa experiencia y es una gran envidia que les tengo por ello (Así suene medio gay cuak cuak jajaja). Todo el proceso de gestar una vida en el vientre es lo que hace que el vínculo madre-hijo vaya más allá de cualquier límite imaginable, por eso, a pesar de los años, y a pesar que los hijos tengan sus propios hijos, “la madre nunca deja de ser madre”, como bien dice el dicho.
Más que justo y necesario entonces tener este día especial para celebrarlo y agasajar, como se debe, cada uno a su mamá… dije como se debe. Y lo vuelvo a repetir, ¡COMO SE DEBE! Y le pongo mucho énfasis porque escuché un comentario esta semana y tiene mucha razón: “Ya pasó la época en que el regalo de mamá tenía que ser una cocina, una plancha, una lavadora…”. Y eso es verdura…
Cambiaron los tiempos y la relación cocina-mamá ya no es la misma de antes… y mucho menos la relación hij@-mamá. A menos que literalmente te pida una refri por su día, merece otro tipo de atenciones, y eso va más allá de los regalos. Comprar cosas siempre va a ser más sencillo (a menos que pida un auto jeje), y después de todas las cosas que mamá hace por nosotros, debemos tratar de tener más “detalles” que vengan del corazón… abrazos, besos, atenciones, engreimientos; cosas que parecen básicas pero que sin embargo, con el día a día, se nos pasan.
Cada uno conoce a su mamá y sabrá como engreírla en su día. Como es lógico, yo conozco a la mía. Sin duda mi mamá es mi hincha número uno, y así sea a regañadientes, me apoya en todas las “aventuras” que emprendo, como esta última de meterme en política que no le hizo mucha gracia… pero que igual me hace campaña por donde va jeje.
Desde chico ha tenido que soportar mucho conmigo… aparte de muy engreído y de ser “palomilla de ventana” (porque no me dejaba salir mucho a la calle… aunque me las ingeniaba para salir jeje), tenía una facilidad para que me pasen cosas… Y no solo en temas de salud (http://kikin-rispa.blogspot.com/2010/02/mi-vida-como-hembrita.html) sino que también eran cosas del colegio, de romper cosas en la casa (hasta cuando quería ayudar), de salir sin permiso y que me muerda el perro o que me corte la mano, etc. etc.
Los líos de adolescente no me fueron ajenos y sin duda tuvimos nuestros encontrones. Creo que todos pasamos esa etapa de rebeldía en que tu único fin es darle la contra y no ver más allá de lo evidente, te ciegas en lo que tú crees mejor para ti (y a tus 20 no sabes casi nada de la vida) y todo el mundo está en tu contra, lo cual termina con discusiones tontas pero creo que necesarias, pues es parte del proceso de la relación, y una vez que maduras termina reforzando el vínculo madre-hijo, para hacerlo irrompible.
Pero sin duda lo más difícil ha sido lo vivido hace más de 3 años a raíz del puto cangrejo y de la nueva vida de discapacidad que llevo. Si yo la pasé mal, imagino que ella igual o peor, pero nada podía flanquearla, nada. Siempre presente, siempre pendiente, siempre buscando cualquier modo de que salga adelante y de que esté bien.
Yo soy una persona fuerte y he podido soportar toda esta penosa etapa con mucha integridad, pero llegar a eso no ha sido por obra y gracia del espíritu santo, sino que es producto de la crianza y amor que vino de casa, y que pude aprender de muchas formas, y la mejor de ellas, con su ejemplo.
Como me dijeron una vez, si hay alguien más fuerte que yo, esa es mi mamá, y mucho de lo que he aprendido y de quien soy, se lo debo a ella. Por eso hoy, mañana y siempre estaré en eterna gratitud por todo lo que me ha enseñado, por su incondicional apoyo y claro, por su inmenso amor.
¡Feliz día MAMÁ!
¡He dicho!
¡Apúrate oye muchachito de miércoles!.- Hace rato me están llamando para preparar la parrillada porque hoy mamá no cocina, lo haremos los hombres de la casa… ¡Ya voy mamá! ¡No me grites! ¡Ya bajo! jajajajaja
Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(11 de Mayo del 2014)
Pero también hay de esos eventos que REALMENTE merecen tener un día especial… como hoy. Sin duda el día de la MADRE se merece el digno lugar que ocupa en el calendario, pero sobre todo tener ese lugar inigualable en el corazón en cada uno.
Hay un hecho único, incomparable, maravilloso, mágico, misterioso (y doloroso también), que marca una diferencia abismal entre mujeres y hombres, y por eso pienso que mi género jamás podrá competir ni compararse con la mujer: El milagro de la vida.
Definitivamente nunca podré pasar por esa experiencia y es una gran envidia que les tengo por ello (Así suene medio gay cuak cuak jajaja). Todo el proceso de gestar una vida en el vientre es lo que hace que el vínculo madre-hijo vaya más allá de cualquier límite imaginable, por eso, a pesar de los años, y a pesar que los hijos tengan sus propios hijos, “la madre nunca deja de ser madre”, como bien dice el dicho.
Más que justo y necesario entonces tener este día especial para celebrarlo y agasajar, como se debe, cada uno a su mamá… dije como se debe. Y lo vuelvo a repetir, ¡COMO SE DEBE! Y le pongo mucho énfasis porque escuché un comentario esta semana y tiene mucha razón: “Ya pasó la época en que el regalo de mamá tenía que ser una cocina, una plancha, una lavadora…”. Y eso es verdura…
Cambiaron los tiempos y la relación cocina-mamá ya no es la misma de antes… y mucho menos la relación hij@-mamá. A menos que literalmente te pida una refri por su día, merece otro tipo de atenciones, y eso va más allá de los regalos. Comprar cosas siempre va a ser más sencillo (a menos que pida un auto jeje), y después de todas las cosas que mamá hace por nosotros, debemos tratar de tener más “detalles” que vengan del corazón… abrazos, besos, atenciones, engreimientos; cosas que parecen básicas pero que sin embargo, con el día a día, se nos pasan.
Cada uno conoce a su mamá y sabrá como engreírla en su día. Como es lógico, yo conozco a la mía. Sin duda mi mamá es mi hincha número uno, y así sea a regañadientes, me apoya en todas las “aventuras” que emprendo, como esta última de meterme en política que no le hizo mucha gracia… pero que igual me hace campaña por donde va jeje.
Desde chico ha tenido que soportar mucho conmigo… aparte de muy engreído y de ser “palomilla de ventana” (porque no me dejaba salir mucho a la calle… aunque me las ingeniaba para salir jeje), tenía una facilidad para que me pasen cosas… Y no solo en temas de salud (http://kikin-rispa.blogspot.com/2010/02/mi-vida-como-hembrita.html) sino que también eran cosas del colegio, de romper cosas en la casa (hasta cuando quería ayudar), de salir sin permiso y que me muerda el perro o que me corte la mano, etc. etc.
Los líos de adolescente no me fueron ajenos y sin duda tuvimos nuestros encontrones. Creo que todos pasamos esa etapa de rebeldía en que tu único fin es darle la contra y no ver más allá de lo evidente, te ciegas en lo que tú crees mejor para ti (y a tus 20 no sabes casi nada de la vida) y todo el mundo está en tu contra, lo cual termina con discusiones tontas pero creo que necesarias, pues es parte del proceso de la relación, y una vez que maduras termina reforzando el vínculo madre-hijo, para hacerlo irrompible.
Pero sin duda lo más difícil ha sido lo vivido hace más de 3 años a raíz del puto cangrejo y de la nueva vida de discapacidad que llevo. Si yo la pasé mal, imagino que ella igual o peor, pero nada podía flanquearla, nada. Siempre presente, siempre pendiente, siempre buscando cualquier modo de que salga adelante y de que esté bien.
Yo soy una persona fuerte y he podido soportar toda esta penosa etapa con mucha integridad, pero llegar a eso no ha sido por obra y gracia del espíritu santo, sino que es producto de la crianza y amor que vino de casa, y que pude aprender de muchas formas, y la mejor de ellas, con su ejemplo.
Como me dijeron una vez, si hay alguien más fuerte que yo, esa es mi mamá, y mucho de lo que he aprendido y de quien soy, se lo debo a ella. Por eso hoy, mañana y siempre estaré en eterna gratitud por todo lo que me ha enseñado, por su incondicional apoyo y claro, por su inmenso amor.
¡Feliz día MAMÁ!
¡He dicho!
¡Apúrate oye muchachito de miércoles!.- Hace rato me están llamando para preparar la parrillada porque hoy mamá no cocina, lo haremos los hombres de la casa… ¡Ya voy mamá! ¡No me grites! ¡Ya bajo! jajajajaja
Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(11 de Mayo del 2014)
Qué hermoso post!
ResponderEliminarUn beso para tu mami, gran ejemplo!