Al guardar la tarjeta del tono de Kikin (http://kikin-rispa.blogspot.com/2015/02/moving.html) en el respectivo cajón del velador, era inevitable levantar la mirada y contemplar el cartel que tengo colgado en mi cuarto durante casi el mismo tiempo que tengo esa tarjeta guardada:
Tal vez no muchos saben que tengo más de 10 años dedicado a la docencia; es más, empecé a enseñar en la Cato aun siendo alumno, en una facultad muy ajena a la mía. Como correspondía, luego llegué a Administración, para ya en los últimos años caer en la facultad de Gestión y Alta Dirección, donde enseño desde el 2010.
Hacia finales del semestre 2010 II fue que me internaron en el hospital, por lo cual dejé de asistir a mis últimas clases. Estando internado, “un día cualquiera señor Zavala”, entró a mi habitación una de mis alumnas de ese ciclo, lo cual me sorprendió muchísimo. Imaginaba que mis alumnos sabrían que estaba hospitalizado, pero no que sabrían en que hospital y menos la habitación… me sentí medio “stalkeado” jajaja. Luego me explicó que era voluntaria en el hospital y que de casualidad se enteró que estaba ahí y pasó a saludar, lo cual me pareció un bonito gesto.
En el semestre 2011 I, en pleno tratamiento de quimio, iba a ensañar. Oh si… así flaco, ojeroso, cansado, pero con ilusiones… y en muletas… cuando me sentía bien, iba a clases. Claro, como suele pasar cuando quieres hacer las cosas, justo coincidía la semana que me sentía bien con la semana de exámenes, así que no tenía que hacer gran cosa. Durante todo ese semestre me la pasé así, dictando cuando estaba bien, y siendo reemplazado por otros docentes cuando no podía asistir. Tengo recuerdos vagos de los alumnos de ese semestre pues, por si no saben, el tratamiento afecta tanto a la persona que hasta problemas de memoria tenía… y no es broma.
Por eso más que con seguridad, con algo de deducción lógica simple, es que intuyo que en uno de esos días saliendo de clase se me acercaron cinco de mis ex alumnos del 2010 II (Rai, ya verifiqué que fue ese semestre jeje) a saludarme y a entregarme el cartel “No Detengas Tu Paso” y una cartulina con sus fotos que decía “Te queremos Kike”.
Esa vez no lloré como una Magdalena porque estaba en la universidad y “hay que mantener la compostura” y también la imagen de “macho chorrillano que se respeta” (http://kikin-rispa.blogspot.com/2013/04/macho-chorrillano-que-se-respeta.html). Pero no dudo que estos chicos pudieron ver en mis ojos lo que significó para mí ese gesto inesperado.
Como profesor uno se prepara para transmitir “conocimientos” y “experiencias” a sus alumnos, y a lo que aspiran los mejores es a formar “seres humanos”. Yo quiero hacerlo y sé que me falta mucho camino como docente, pero sin duda quiero transmitir a estoy jóvenes algo más que teorías y fórmulas.
Sé que a algunos mi experiencia está afectando sus vidas de forma positiva, basta con que sea UNO para sentir que mi vida docente está siendo útil. Trato de meter mi experiencia personal para llevarles algo más y que aprendan de la vida tanto como de los libros. Al final, ser un buen profesional lo puede hacer mucha gente, pero ser una buena persona, cada vez hay menos.
Si tan solo con el hecho de que me pasara toda esta historia pude generar en un grupo de chicos de menos de 20 años ese sentimiento de solidaridad y confraternidad para con un casi desconocido profesor, y tener ese pequeño GRAN detalle, ¿Cómo no voy a seguir este camino de formación de alumnos con algo de VALORES y querer que sean mejores personas?
Por eso en la universidad también fui bendecido, tanto por estos chicos como por mis compañeros y autoridades que me apoyaron en todo momento. Por eso TODA MI VIDA DOCENTE trataré de retribuir a mis alumnos un poco de mi experiencia de vida para que aprendan si quiera un poquito de lo que significa “amar al prójimo”… y retribuir con creces ese amor recibido (Dar para recibir).
¡He dicho!
A mis pupilos.- Gracias Mer, Rai, Bru, Ale y Gis; significó mucho para mí.
Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(04 de febrero del 2015)
Hacia finales del semestre 2010 II fue que me internaron en el hospital, por lo cual dejé de asistir a mis últimas clases. Estando internado, “un día cualquiera señor Zavala”, entró a mi habitación una de mis alumnas de ese ciclo, lo cual me sorprendió muchísimo. Imaginaba que mis alumnos sabrían que estaba hospitalizado, pero no que sabrían en que hospital y menos la habitación… me sentí medio “stalkeado” jajaja. Luego me explicó que era voluntaria en el hospital y que de casualidad se enteró que estaba ahí y pasó a saludar, lo cual me pareció un bonito gesto.
En el semestre 2011 I, en pleno tratamiento de quimio, iba a ensañar. Oh si… así flaco, ojeroso, cansado, pero con ilusiones… y en muletas… cuando me sentía bien, iba a clases. Claro, como suele pasar cuando quieres hacer las cosas, justo coincidía la semana que me sentía bien con la semana de exámenes, así que no tenía que hacer gran cosa. Durante todo ese semestre me la pasé así, dictando cuando estaba bien, y siendo reemplazado por otros docentes cuando no podía asistir. Tengo recuerdos vagos de los alumnos de ese semestre pues, por si no saben, el tratamiento afecta tanto a la persona que hasta problemas de memoria tenía… y no es broma.
Por eso más que con seguridad, con algo de deducción lógica simple, es que intuyo que en uno de esos días saliendo de clase se me acercaron cinco de mis ex alumnos del 2010 II (Rai, ya verifiqué que fue ese semestre jeje) a saludarme y a entregarme el cartel “No Detengas Tu Paso” y una cartulina con sus fotos que decía “Te queremos Kike”.
Esa vez no lloré como una Magdalena porque estaba en la universidad y “hay que mantener la compostura” y también la imagen de “macho chorrillano que se respeta” (http://kikin-rispa.blogspot.com/2013/04/macho-chorrillano-que-se-respeta.html). Pero no dudo que estos chicos pudieron ver en mis ojos lo que significó para mí ese gesto inesperado.
Como profesor uno se prepara para transmitir “conocimientos” y “experiencias” a sus alumnos, y a lo que aspiran los mejores es a formar “seres humanos”. Yo quiero hacerlo y sé que me falta mucho camino como docente, pero sin duda quiero transmitir a estoy jóvenes algo más que teorías y fórmulas.
Sé que a algunos mi experiencia está afectando sus vidas de forma positiva, basta con que sea UNO para sentir que mi vida docente está siendo útil. Trato de meter mi experiencia personal para llevarles algo más y que aprendan de la vida tanto como de los libros. Al final, ser un buen profesional lo puede hacer mucha gente, pero ser una buena persona, cada vez hay menos.
Si tan solo con el hecho de que me pasara toda esta historia pude generar en un grupo de chicos de menos de 20 años ese sentimiento de solidaridad y confraternidad para con un casi desconocido profesor, y tener ese pequeño GRAN detalle, ¿Cómo no voy a seguir este camino de formación de alumnos con algo de VALORES y querer que sean mejores personas?
Por eso en la universidad también fui bendecido, tanto por estos chicos como por mis compañeros y autoridades que me apoyaron en todo momento. Por eso TODA MI VIDA DOCENTE trataré de retribuir a mis alumnos un poco de mi experiencia de vida para que aprendan si quiera un poquito de lo que significa “amar al prójimo”… y retribuir con creces ese amor recibido (Dar para recibir).
¡He dicho!
A mis pupilos.- Gracias Mer, Rai, Bru, Ale y Gis; significó mucho para mí.
Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(04 de febrero del 2015)
La vida siempre te devuelve lo que das y a un ser humano como tu con una grandeza de espíritu jamas le faltara un detalle de amor, cariño, amistad; regalas vida, esperanza y sabiduría en tu vida familiar, profesional y en tu día a día. Yo también te quiero !!! Rispa
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