Para mí es casi inconcebible estar llegando a fines de enero y no haber pisado la playa… ¡Qué lisura! Porque como buen piscis y como buen chorrillano pescador, mi relación con el mar siempre ha sido muy íntima.
Desde pequeño, mis papás cargaban conmigo y mis dos hermanitas a todos lados, viajando por caso todo el Perú, y con mucha frecuencia a destinos playeros. Y a veces sin ir muy lejos nos dábamos un chapuzón, ya que en esa época las playas de Lima eran LIMPIAS, y bajábamos acá no más a Agua Dulce.
Durante la infancia, perteneciendo a un club de natación, seguían siendo frecuentes los paseos a la playa, empezando ya con los ricos campamentos. Más rico aún en la adolescencia cuando empezaron los campamentos playeros sin adultos… eeehhh… ya ustedes saben jajaja.
Recuerdo haber ido muchos veranos a “la Herradura”, emblemática playa donde “chorrillan@ que se respeta” tenía que ir a veranear, pasando por el histórico (y peligroso) túnel, atravesando primero la “cancha de los muertos”. Buenos tiempos… lamentablemente los robos aumentaron y lo que disminuyeron fueron los veraneantes como yo.
Ya de adulto, a pesar del trabajo y las demás actividades, siempre había tiempo para ir a la playa, con amigos o familia… siempre… les debe haber pasado alguna vez que estando en un lugar, sea cual sea, sienten que ese es el mejor lugar para estar… que pertenecen ahí… bueno, eso siento yo con la playa. Es mi lugar favorito… tanto así que “cuando sea grande”, sin duda tendré una casa de playa jeje.
Toda mi historia de la pierna y el cangrejo no iba a impedir que deje al playa… ¡No hay forma! ¿Por qué habría de hacerlo? ¿Por roche? Nica… ¿Por temor? Bueno un poco… Al mar se le respeta y con menos “capacidad” de nadar rápido, como que intimida un poco.
Pero todo eso está en la cabeza y como ya se van dando cuenta veo las cosas distinto… porque estoy medio loco jajaja. Así que el primer lugar a donde me fui de viaje con la familia, pasando el tratamiento de quimio, fue a la playa, en el Norte…
¡Rico! Paseando, comiendo rico y bañándome en el mar… ¡Eso es vida! Y la vida continua hasta el último aliento… así que seguiría yendo a la playa, ya sea en Lima, como en el extranjero (http://kikin-rispa.blogspot.com/2012/12/los-viajes-da.html)
Siempre lo dije y lo seguiré diciendo: “pase lo que pase, no dejaré de hacer las cosas que me gustan… me tomará más tiempo, pero de que voy… ¡voy!”.
Así que a pesar de que quisiera irme corriendo hasta la playa, pero no puedo, no lo digo por la patita, sino porque estoy haciendo otras cosas importantes de mi chamba y de mis proyectos sociales, y sé que darán muchos frutos más adelante… y espero poder comprarme mi casita de playa… ¡cuando sea grande! Jajaja.
¡He dicho!
Al mejor estilo de la Rana Kikin.- “A veces quisiera dejar de escribir huevadas… pero luego me acuerdo que todos se ríen y se me pasa” jajaja.
Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(23 de enero del 2015)
Desde pequeño, mis papás cargaban conmigo y mis dos hermanitas a todos lados, viajando por caso todo el Perú, y con mucha frecuencia a destinos playeros. Y a veces sin ir muy lejos nos dábamos un chapuzón, ya que en esa época las playas de Lima eran LIMPIAS, y bajábamos acá no más a Agua Dulce.
Recuerdo haber ido muchos veranos a “la Herradura”, emblemática playa donde “chorrillan@ que se respeta” tenía que ir a veranear, pasando por el histórico (y peligroso) túnel, atravesando primero la “cancha de los muertos”. Buenos tiempos… lamentablemente los robos aumentaron y lo que disminuyeron fueron los veraneantes como yo.
Ya de adulto, a pesar del trabajo y las demás actividades, siempre había tiempo para ir a la playa, con amigos o familia… siempre… les debe haber pasado alguna vez que estando en un lugar, sea cual sea, sienten que ese es el mejor lugar para estar… que pertenecen ahí… bueno, eso siento yo con la playa. Es mi lugar favorito… tanto así que “cuando sea grande”, sin duda tendré una casa de playa jeje.
Toda mi historia de la pierna y el cangrejo no iba a impedir que deje al playa… ¡No hay forma! ¿Por qué habría de hacerlo? ¿Por roche? Nica… ¿Por temor? Bueno un poco… Al mar se le respeta y con menos “capacidad” de nadar rápido, como que intimida un poco.
Pero todo eso está en la cabeza y como ya se van dando cuenta veo las cosas distinto… porque estoy medio loco jajaja. Así que el primer lugar a donde me fui de viaje con la familia, pasando el tratamiento de quimio, fue a la playa, en el Norte…
¡Rico! Paseando, comiendo rico y bañándome en el mar… ¡Eso es vida! Y la vida continua hasta el último aliento… así que seguiría yendo a la playa, ya sea en Lima, como en el extranjero (http://kikin-rispa.blogspot.com/2012/12/los-viajes-da.html)
Siempre lo dije y lo seguiré diciendo: “pase lo que pase, no dejaré de hacer las cosas que me gustan… me tomará más tiempo, pero de que voy… ¡voy!”.
Así que a pesar de que quisiera irme corriendo hasta la playa, pero no puedo, no lo digo por la patita, sino porque estoy haciendo otras cosas importantes de mi chamba y de mis proyectos sociales, y sé que darán muchos frutos más adelante… y espero poder comprarme mi casita de playa… ¡cuando sea grande! Jajaja.
¡He dicho!
Al mejor estilo de la Rana Kikin.- “A veces quisiera dejar de escribir huevadas… pero luego me acuerdo que todos se ríen y se me pasa” jajaja.
Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(23 de enero del 2015)
Cómo siempre haciéndome reir y dando ganas de ir a la playa jajajajaja besos Kikin Rosither
ResponderEliminarBesos a ti amiga por ser mi Fan fiel!!! jajaja
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