martes, 31 de diciembre de 2019

¿Me perdonas?

Si me excedí con alguna broma, 
Si no te di el apoyo que esperabas, 
Si fui intolerante contigo, 
Si me puse caprichoso y engreído, 
Si mis decisiones no fueron las mejores, 
Si esperabas más de mí, 
Si no te gustó que me fuera de Lima, 
Si tomar cerveza te parece irresponsable de mi parte, 
Si mi forma de pensar no concuerda con la tuya, 
Si fui muy intenso, 
Si les preocupa mucho tenerme lejos, 
Si perdí rápido la paciencia, 
Si no supe manejar adecuadamente una situación,
Si esperaba mucho de ti,
Si no te busqué en su momento, 
Si fui muy entrometido con mis consejos, 
Si no pude retribuir tu amor en la forma que esperabas, 
Si mi sarcasmo te pareció inoportuno, 
Si no te tomé con la seriedad que debía… 

Si por esta o alguna otra razón te he hecho sentir mal, te hice pasar un mal rato o herí tus sentimientos; lo siento mucho… ¿Me perdonas? 

Desde hace muchos años, los últimos días de cada año, estoy practicando el perdón. Pero no hacia los demás, sino al revés, el YO pedir perdón a aquellas personas con las cuáles, consciente o no, sé que de una u otra forma las hice sentir mal. Esto porque desde hace muchos años he aprendido a valorar lo que significa tener PAZ en tu corazón (https://kikin-rispa.blogspot.com/2014/06/el-equilibrio-del-cme-hay-que-ser-paloma.html) y me gusta empezar limpio cada año. 

Pero acá viene lo curioso. Ese empezar limpio no necesariamente implica que la otra persona me perdone. Seguro muchos están pensando en dónde está el chiste si la otra persona no te perdona. Pues bueno, esa fue de las grandes lecciones de vida que un gran amigo de dio cuando estaba en mis veintipocos (Gracias hermano ISO). Si tú metes la pata, el error es tuyo, “own it” (hazlo tuyo), y si estás arrepentido de corazón, discúlpate, ese es tu trabajo… lo que decida la otra persona, es su decisión, no tuya, y dependerá de ella si te perdona o no; pero eso ya no te corresponde, tú no puedes decidir sobre eso, tú ya hiciste lo que debías y siéntete tranquilo por ello. 

Dios, que gran lección de vida. Desde ese momento que lo hice, en adelante, sentí un gran alivio en mi corazón, por comprender que soy dueño del 100% de mis decisiones, y 0% dueño de las decisiones de los demás (Otra cosa es que se pueda influir, pero ese es otro tema). Por eso me hice dueño de mi 100% de responsabilidad por mis actos fallidos y creo que desde ese mismo año empecé a hacer esto, y más de una persona pueda dar fe de ello.

Ahora, esas mismas personas pueden dar fe de otro detalle curioso. Al disculparme no quiere decir que le dé toda la razón a la otra persona y aceptar que yo estoy totalmente equivocado, no es así. Claro que acepto mis errores, pero también acepto cuando lo más probable es que esté en lo correcto pues así la vida y la experiencia en ella me lo ha demostrado (Y el tiempo se lo demuestra a la otra persona también). Yo me disculpo por el mal momento, por herir sentimientos, pues por más razón que pueda tener, no tengo derecho (ni intención) de dañar a nadie. Pero muchas veces uno se centra tanto en lo que quiere demostrar (con o sin razón), que nos olvidamos que estamos interactuando con personas que también piensan, pero sobre todo, que también sienten, y que no todos tienen desarrollada su inteligencia emocional para poder separar ambas cosas. 

Me acaba de pasar que me disculpe con alguien porque sin duda en esas discusiones para intentar hacerle comprender mis argumentos, se dijeron cosas fuertes y seguramente hirientes, y por eso me disculpé con esa persona; pero repito, no porque crea que mis argumentos no eran válidos y atinados. Esa persona me dijo un par de cosas feas y me mandó a volar. ¿Creen que me siento mal? Pues si han comprendido lo que he escrito, la respuesta es NO. Claro, hubiera sido mejor si esa persona hubiese bajado la guardia y aceptado la disculpa con amor, y devuelto amor, y así nos quedábamos los dos con nuestra cuenta de emociones en positivo. Yo di amor y me siento en paz conmigo por hacerlo; lo que respondió la otra persona se queda en su cuenta emocional, no en la mía. Yo hice lo que creía correcto y eso me hace sentir bien conmigo mismo y con la vida, que me ha enseñado a vivirla en armonía con los demás (https://kikin-rispa.blogspot.com/2019/12/salud-armonia-prosperidad-y-amor.html).

Si esa persona en algún momento se da cuenta de ello o no, tampoco es mi responsabilidad ni mí obligación, es la suya. No tengo por qué cargar “mochilas” ajenas. Y si esa persona cree que está en lo correcto, pues bien por ella, así su cuenta emocional está en positivo también, y todos felices. Lo importante para mí es que hice lo que considero correcto para tratar de enmendar las cosas con esa persona, pero aún más importante, para estar en paz conmigo mismo y con la vida, que es muy corta para guardar resentimientos tontos con los demás. 



¡He dicho! 


“El rencor (O resentimiento o ira).- Es como tomar un veneno esperando que la otra persona muera” (William Shakespeare). 


Kikín Rispa
kikinrispa@gmail.com
https://www.gofundme.com/Beyond-cancer-disability-kikin
Supernova
(31 de Diciembre del 2019)

4 comentarios:

  1. Gracias por hacerme recordar mis palabras cuando más lo necesitaba, hno. Flavio. Es demasiado cierto que nuestras decisiones tienen a veces un alcance de décadas.

    Le mando un fuerte abrazo a la distancia y siga en la brega!

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  2. Que verdad Kikin.
    Que tengas un Año 2020 lleno de prosperidad, salud y trabajo te lo mereces campeón.
    Gracias, Gracias, Gracias por tus reflexiones, son lecciones para todos.
    Abrazos y besos Julia y Eladio🏸💪🏅🏆💑🤗😍💗😉

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  3. Felicidades Kikin, que el Señor siempre te acompañe y proteja, confiando y de la mano de Jesús, bendiciones infinitas para ti

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Siempre es buen recibir comentarios... ayudan a seguir mejorando y a continuar escribiendo. ¡GRACIAS!