Anoche vi la película “Yo antes de ti” (https://www.youtube.com/watch?v=IoQPUqvcmXY) y terminé llorando como Magdalena jajaja. No por la película sino por todas esas cosas que me hizo recordar sobre todo lo vivido en estos casi 7 años de lucha contra el cáncer y también por la discapacidad (http://kikin-rispa.blogspot.pe/2010/12/el-paciente-del-927.html).
Creo que he pasado de las cosas más duras de la vida y basta con mencionar la quimioterapia que en palabras de un amigo doctor es el tratamiento médico más terrible que existe en el planeta. Súmale a eso el pensar en que toda tu vida va a cambiar por completo, que tal vez haya cosas que no puedas volver a hacer, personas que se puedan alejar o hasta desaparecer, ver el sufrimiento de tus padres y familiares, no poder pensar a largo plazo como todos los demás pues sabes que tu enfermedad es muy agresiva y traicionera y tal vez te pueda ganar en unos años, no estar seguro si vale la pena intentar formar una familia si quizás no puedas ver a tus hijos crecer, entre tantas otras cosas.
Ya una vez me dijeron que no piense en esas cosas, y si bien normalmente no lo hago, ¿No estoy en mi derecho de hacerlo? No estoy exagerando ni inventando, son cosas reales, y hay que pensar en ello para tomar decisiones y afrontar sus consecuencias, sea que aciertes o te equivoques. Ahora tampoco pienso en estas cosas a diario sino eventualmente, como anoche, y luego de dejar que fluyan todas esas emociones me quedé con la necesidad de dos cosas, escribirlo y recibir un abrazo.
Empiezo por escribirlo porque es una forma sana de seguir dejando que esas emociones fluyan. Expresarlas por escrito siempre ayuda a liberar esa carga emocional de pensar en qué tan frágil es la vida y como mucha gente la desperdicia tontamente. No es mi caso. Sin duda trato de hacer que cada día, cada proyecto, cada trabajo, cada deporte, cada salida, cada persona que conozco, todo, valga la pena (http://kikin-rispa.blogspot.pe/2013/12/cada-ano-valio-la-pena.html)
¿De eso no se trata? ¿De vivir intensa y plenamente cada momento? ¿Para tratar de ser felices cumpliendo nuestro propósito en la vida (http://kikin-rispa.blogspot.pe/2017/06/la-mejor-version.html)? Yo lo he entendido así y creo que por eso hago todo lo que hago “con muchos webos”, como me dice mi hermano sagrado Efra.
¿Por qué todos no le podemos poner webos a nuestras vidas? Algo que siempre digo en mis charlas de motivación es que yo no tengo nada de diferente ni de extraordinario comparado con el resto. Tal vez tenga más energía que otras personas, sí, pero no tengo más valor ni coraje ni determinación que cualquier otra persona. Tal vez lo que sí he hecho que no han hecho los demás es estar convencido de que puedo lograr todo lo que me proponga así me cueste una pierna (literal); por eso mi filosofía de vida se resume en esta frase, “caer está permitido, levantarse es obligatorio” (http://kikin-rispa.blogspot.pe/2015/05/caer-esta-permitido.html).
Por eso jamás pensé en rendirme, jamás pensé en dejar de hacer las cosas que me gustan, jamás pensé en que todo esto era parte de un gran plan maestro del que poco a poco fui aprendiendo y sacándole el jugo, jamás pensé en que era el fin de mi vida; ¡Jamás! Y por eso estoy donde estoy, por eso he logrado lo que he logrado hasta ahora y faltan muchas cosas más, pues si bien muy de vez en cuando me cuestiono si vale la pena invertir tanto cuando sabes que tu expectativa de vida es mucho menor que la del resto, la verdad es que diariamente pienso en todo lo que aún me falta conseguir para ver realizados mis sueños, para concretar ese plan de vida que estoy armando (curiosamente a raíz del cáncer y la discapacidad) y que me encanta porque siento que es lo mío, y de que estoy dejando un legado muy importante dentro y fuera de mi país con cada persona que me dice “Gracias, me acabas de cambiar la vida”.
Ese lujo no lo tiene cualquiera y tengo que ser agradecido con la vida por darme esa oportunidad así haya tenido que sufrir lo que he sufrido para llegar a este punto. Duele, sí, jode, sí, se sufre, sí; pero detrás de ello está todo el amor que recibo de todas esas personas a las que de una u otra forma les doy esa motivación que necesitan para que den esa pasito que falta y salir a luchar por lo que realmente desean de corazón. Así que todo lo vivido y que viviré, con lo bueno, lo malo y lo feo, con todo, vale la pena hasta mi último aliento, y que no sea necesario estar presente para que mi nombre sigue inspirando a las personas a que luchen por sus sueños y sean realmente felices.
¡He dicho!
Apachúrrame.- Ya escribí así que ahora, cuando me veas, no necesito que me digas nada, solo que me des un abrazo… Y si quieres hacer algo más, ayúdame a que mi historia llegue a más personas a través de mi blog, de mi libro (http://kikin-rispa.blogspot.pe/2016/06/al-ano-no-camina-navega.html) o de mis charlas de motivación.
Kikín Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(25 de setiembre del 2017)
Creo que he pasado de las cosas más duras de la vida y basta con mencionar la quimioterapia que en palabras de un amigo doctor es el tratamiento médico más terrible que existe en el planeta. Súmale a eso el pensar en que toda tu vida va a cambiar por completo, que tal vez haya cosas que no puedas volver a hacer, personas que se puedan alejar o hasta desaparecer, ver el sufrimiento de tus padres y familiares, no poder pensar a largo plazo como todos los demás pues sabes que tu enfermedad es muy agresiva y traicionera y tal vez te pueda ganar en unos años, no estar seguro si vale la pena intentar formar una familia si quizás no puedas ver a tus hijos crecer, entre tantas otras cosas.
Ya una vez me dijeron que no piense en esas cosas, y si bien normalmente no lo hago, ¿No estoy en mi derecho de hacerlo? No estoy exagerando ni inventando, son cosas reales, y hay que pensar en ello para tomar decisiones y afrontar sus consecuencias, sea que aciertes o te equivoques. Ahora tampoco pienso en estas cosas a diario sino eventualmente, como anoche, y luego de dejar que fluyan todas esas emociones me quedé con la necesidad de dos cosas, escribirlo y recibir un abrazo.
Empiezo por escribirlo porque es una forma sana de seguir dejando que esas emociones fluyan. Expresarlas por escrito siempre ayuda a liberar esa carga emocional de pensar en qué tan frágil es la vida y como mucha gente la desperdicia tontamente. No es mi caso. Sin duda trato de hacer que cada día, cada proyecto, cada trabajo, cada deporte, cada salida, cada persona que conozco, todo, valga la pena (http://kikin-rispa.blogspot.pe/2013/12/cada-ano-valio-la-pena.html)
¿De eso no se trata? ¿De vivir intensa y plenamente cada momento? ¿Para tratar de ser felices cumpliendo nuestro propósito en la vida (http://kikin-rispa.blogspot.pe/2017/06/la-mejor-version.html)? Yo lo he entendido así y creo que por eso hago todo lo que hago “con muchos webos”, como me dice mi hermano sagrado Efra.
¿Por qué todos no le podemos poner webos a nuestras vidas? Algo que siempre digo en mis charlas de motivación es que yo no tengo nada de diferente ni de extraordinario comparado con el resto. Tal vez tenga más energía que otras personas, sí, pero no tengo más valor ni coraje ni determinación que cualquier otra persona. Tal vez lo que sí he hecho que no han hecho los demás es estar convencido de que puedo lograr todo lo que me proponga así me cueste una pierna (literal); por eso mi filosofía de vida se resume en esta frase, “caer está permitido, levantarse es obligatorio” (http://kikin-rispa.blogspot.pe/2015/05/caer-esta-permitido.html).
Por eso jamás pensé en rendirme, jamás pensé en dejar de hacer las cosas que me gustan, jamás pensé en que todo esto era parte de un gran plan maestro del que poco a poco fui aprendiendo y sacándole el jugo, jamás pensé en que era el fin de mi vida; ¡Jamás! Y por eso estoy donde estoy, por eso he logrado lo que he logrado hasta ahora y faltan muchas cosas más, pues si bien muy de vez en cuando me cuestiono si vale la pena invertir tanto cuando sabes que tu expectativa de vida es mucho menor que la del resto, la verdad es que diariamente pienso en todo lo que aún me falta conseguir para ver realizados mis sueños, para concretar ese plan de vida que estoy armando (curiosamente a raíz del cáncer y la discapacidad) y que me encanta porque siento que es lo mío, y de que estoy dejando un legado muy importante dentro y fuera de mi país con cada persona que me dice “Gracias, me acabas de cambiar la vida”.
Ese lujo no lo tiene cualquiera y tengo que ser agradecido con la vida por darme esa oportunidad así haya tenido que sufrir lo que he sufrido para llegar a este punto. Duele, sí, jode, sí, se sufre, sí; pero detrás de ello está todo el amor que recibo de todas esas personas a las que de una u otra forma les doy esa motivación que necesitan para que den esa pasito que falta y salir a luchar por lo que realmente desean de corazón. Así que todo lo vivido y que viviré, con lo bueno, lo malo y lo feo, con todo, vale la pena hasta mi último aliento, y que no sea necesario estar presente para que mi nombre sigue inspirando a las personas a que luchen por sus sueños y sean realmente felices.
¡He dicho!
Apachúrrame.- Ya escribí así que ahora, cuando me veas, no necesito que me digas nada, solo que me des un abrazo… Y si quieres hacer algo más, ayúdame a que mi historia llegue a más personas a través de mi blog, de mi libro (http://kikin-rispa.blogspot.pe/2016/06/al-ano-no-camina-navega.html) o de mis charlas de motivación.
Kikín Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(25 de setiembre del 2017)
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