La Tranquilidad Esté Conmigo

“Kikin, ¿de verdad no vas a hacer nada por Semana Santa? ¿Por qué tan tranquilo? ¿Estás enfermo?”… Me han dicho estos días porque me he quedado en casa reflexionando y solo he salido para ir a misa… y a comprar películas para pasar el rato. Eso demuestra lo poco que me conocen.

Mucha gente se deja llevar por las fotos de juerga que pongo o porque siempre ando publicando payasadas… creo que a veces se olvidan de las cosas que hago en pro de los demás y que eso obviamente (y porque ya lo he dicho), tiene que ver mucho con mi fe en Dios y en el propósito de vida que estoy siguiendo. 

Alguna vez conté que tuve un cambio importante en mi vida, en los últimos años de colegio, y fue justamente porque me acerqué a Dios (http://kikin-rispa.blogspot.com/2013/06/se-hace-camino-al-andar.html). Desde ese momento en adelante siempre ha sido parte de mi vida, aunque no siempre lo diga a voz en cuello; y no es porque sea un “católico light” (http://kikin-rispa.blogspot.com/2010/04/semana-santa-q-hacemos.html) sino porque el tema de la religión suele ser un punto de discusión acalorada entre los que no creen, los que niegan, los que eligen en que creer (a conveniencia) y claro, con todo respeto, a la gente que profesa otras religiones. 

Ese cambio me llevó a formar parte de la Pastoral de mi colegio, primero en el grupo Marcha y luego en el equipo de catequistas. Este grupo se volvió una familia, y luego de pasar mi primera y última “Pascua Marista” en el año 2000, durante 5 años nos fuimos de retiro por nuestra cuenta, o nos reuníamos para las celebraciones, con mucha convicción y con mucha fe.

Es bonito tener una “familia” con quien compartir un lazo enorme que te une a ellos. Este grupo se formó en torno a la voluntad de Dios y durante ese tiempo nos acompañamos en su sabiduría infinita. Lamentablemente, como suele pasar, cada uno iba “madurando” en otros aspectos de la vida e iban formando familias, teniendo mejores trabajos, mudándose de casa, teniendo hijos, etc. Cada vez se volvía más difícil juntarse, y no solo para compartir la palabra, sino inclusive para visitarse y saber de la vida de cada uno. Siempre estamos en contacto y nos vemos por lo menos para los cumpleaños, lo cual es bueno, porque la amistad se mantiene y eso nunca va a cambiar; pero quedó atrás ese toque especial que teníamos al ser una familia en, por y para Cristo… y no sé si alguna vez volverá a serlo.

Con todo rompimiento viene una etapa de transición o crisis, como quieran verlo. Entre el 2006 y el 2008, no recuerdo haber participado de ninguna celebración por semana santa… inclusive recuerdo una vez que me fui de juerga con mis primos en plena Pascua… Grave error… De verdad sentí en lo más profundo de mi ser una sensación de que no era lo correcto, por lo menos no para mí; no me sentí bien conmigo mismo y me prometí jamás volver a salir de juerga en estas fechas… hasta ahora voy cumpliendo… 

Posteriormente la vida me llevó a encontrarme con otras personas con quienes compartir la fe y entre el 2009 y 2010, nos juntamos por lo menos para ir a misa, una que otra vez para compartir la palabra, y para participar de la vigilia de sábado. Guardo muy bonitos recuerdos a pesar del poco tiempo juntos… 

Finales del 2010 hasta junio del 2011, como deben recordar, fue la época más dura de toda mi vida. Sin lugar a dudas no podía ni salir de casa, si es que no estaba internado en el INEN con mis 4 de hemoglobina, pidiendo donantes de sangre a diestra y siniestra. No hace mucho recién me enteré que hasta tuvieron que pagar a algunos soldados para que vayan a donar por la emergencia de la situación… No habré celebrado Pascua pero puedo afirmar que en todo momento Dios siempre estuvo conmigo… y yo con él.

En el 2012 volví a participar de la Pascua con mi pareja de aquel tiempo. Ahí me di cuenta lo importante que es para mí tener una relación con alguien que comparte mi fe. No digo que no pueda tener una relación con alguien de otra religión o que ni siquiera crea, pero es mucho mejor y podría compartir más cosas con alguien que cree en lo mismo que yo.

El año pasado (2013) me fui a la playa con mi familia, lo cual también es bueno, porque descansas, compartes con ellos y tienes tiempo para reflexionar… Porque siempre hay tiempo… solo hace falta que quieras y que te busques un espacio para hacerlo. Siempre depende de uno mismo.

Así que este año, en medio de un momento duro de cuestionamientos de mi propia vida y de cómo la estoy llevando, analizando lo que hago, lo que no hago, y de quienes me rodeo, es que he optado por esta “tranquilidad” de Pascua, tratando de vivirla con mucha reflexión, con fe, con amor, y tratando de compartirla con los demás… como lo hago ahora en mi blog.

¡He dicho!


Dale su lugar.- No importa que estés haciendo, con quienes, o donde estés; importa que lo lleves en tu corazón… 


Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(19 de Abril del 2014)