Hace buen tiempo no me sentía tan “movido” por sentimientos encontrados. Ayer lunes, luego de nadar, le di el alcance a mi “hermanager” en Larcomar para ir al cine. Para mi grata sorpresa compró entradas para ver “El Evangelio De La Carne”. La recomiendo, yo la pongo entre las mejores cinco películas peruanas (junto con Pantaleón, Asu Mare, No se lo digas a Nadie y Tinta Roja). Pero advierto: Es fuerte. El contenido mezcla una realidad turbia de la sociedad (aunque ya estemos acostumbrados a las cochinadas que vemos en la tele), mezclada con temas de creencias y Fe; sumado a la buena producción y las buenas actuaciones, le da un impacto como si, casi casi, lo estuvieras viviendo.
Yo lo viví… lo sentí… me identifiqué… por algo que hace tiempo no comento en mi blog, no porque fuera la intención sino porque escribo según las cosas que me van pasando. Sin embargo el tema volvió esta noche, lo sentí de nuevo, lo viví de nuevo… lloré de nuevo. Es inevitable sentirme “movido” cada vez que se presenta el tema del “cangrejo” de forma cercana y, a pesar que esta vez fuera dentro de una película, la trama es algo que he visto muy de cerca y no puedo evitar sentarme a la 1am para compartir esos no gratos recuerdos…
Curiosamente, también tiene que ver con los últimos 2 post que he escrito sobre casarse (http://kikin-rispa.blogspot.com/2013/10/no-te-cases.html) y divorciarse (http://kikin-rispa.blogspot.com/2013/10/y-si-te-casas-no-te-divorcies.html)… Pues sin duda ambas cosas giran en torno a una realidad que tristemente es más común: La gente ya no se casa “hasta que la muerte los separe”… sino hasta que uno le llegue el otro y se aburra, o le llegue luchar, o le llegue dar oportunidades o simplemente le llegue todo…
No les voy a quemar la película para que la vean y me entiendan un poco mejor, lo que haré es contarles sobre dos personas que conocí en el INR. Una de ellas era un señor de aprox. 40 años. Nos conocimos en la rehabilitación física (etapa muy importante aunque mucha gente no le da importancia). Este señor era, dentro de todo, uno de los “jóvenes” de la terapia (pues había muchos adultos mayores amputados por diabetes) y me puse a conversar con él. Terminada la terapia me dijo que estaba en carro y que iba por La Marina. En el 2011 el INR quedaba cerca de los Barracones del Callao, así que me convenía que me jale de camino.
En el auto me contó que era policía y que en cumplimiento de sus deberes perdió una pierna. Luego me contó que era casado… mejor dicho, que estaba separado… en realidad, que ella lo abandonó. Perdió la pierna, perdió el trabajo, perdió la plata… perdió a su esposa… en realidad, ella lo abandonó. Ya que no podía ser el sustento del hogar y con una discapacidad adquirida (así se dice cuando no es de nacimiento), la esposa que le juró amor eterno prefirió abandonarlo y solucionar así sus problemas… “Hasta que la falta de plata los separe”
Me quedé muy intranquilo varios días. En mi concepción utópica en que las parejas se casan por AMOR y por eso deben apoyarse en la salud y enfermedad, en pobreza y riqueza, no podía comprender como había gente tan mala como para abandonar al otro cuando más te necesita. Luego me di cuenta que esto era más común de lo que mi agobiado corazón podía entender.
No mucho tiempo después, en el mismo INR, conocí a un señor muy amable de unos 60 años. Hacía terapia también y vendía golosinas en una mesita improvisada. Un día que no llegaba mi terapista ocupacional, me senté a su lado a conversar. Efectivamente era un señor muy amble… a pesar de lo que lo tocaba vivir. Tenía un puesto de carnes en el mercado del Callao (espero que lo siga teniendo) y generaba ingresos extras vendiendo golosinas. Viudo. Vivía solo. Tenía tres hijos… NINGUNO de ellos lo iba a visitar ni mucho menos lo apoyaban con sus gastos. Unos verdaderos hijos de p…
¿Es eso justo? ¿Qué tu esposa y tus hijos te den la espalda cuando más los necesitas? ¿Dónde quedó el amor hacia la familia? Yo no puedo poner las manos al fuego por estas dos personas pero tampoco creo que ganaran nada mintiéndome con sus historias. Yo las sentí reales, honestas… y por último, por más que una persona haya cometido errores no creo que eso justifique el abandono. Eso también habla de las mismas personas que dan la espalda y que sin duda son egoístas, resentidas y crueles.
Esas dos historias me han quedado bien grabadas y creo que nunca se las he contado a nadie. Me las guardé pues creo que no son de las historias que cuentas en reuniones de amigos y en almuerzos familiares. Pero hoy, luego de escribir sobre la falta de amor y de perseverancia para mantener matrimonios, y luego de “sentir” esta angustia dentro de la película, vinieron a mi mente para ser compartido con ustedes. Con esto también queda más claro por qué me preocupo tanto de encontrar una mujer “luchadora” como para que sea mi compañera de vida…
Solo me queda agradecer infinitamente todo el amor demostrado por mi familia, amigos y hasta desconocidos durante estos casi tres años de superado el cáncer y de vivir con una discapacidad. Tengo la enorme bendición de no haber recibido portazos en la cara ni mucho menos sentir espaldas frías; por el contrario, recibí un mensaje de Dios muy claro y muy fuerte a través de todos ustedes: Dios me ama… Dios quiere algo de mí y me ha regalado una segunda vida, la cual trato de aprovechar al máximo entregando todo de mí para ustedes… para que me escuchen… para que lo escuchen a él… y sobre todo para que no pierdan la FE.
Yo nunca la perdí, por más que no pudiera comprender (y aún me cuesta) el famoso “por qué a mí”. Esa FE me ayudó a dejar atrás el “por qué” y empezar a vivir el “para qué”. En mi día a día busco y encuentro un propósito y creo que voy por buen camino. Es un camino difícil, a veces doloroso, muchas veces injusto… pero es mi camino y yo confío en que puedo recorrerlo porque EL está a mi lado a través de ustedes… y ustedes, con FE en EL, también podrán.
¡Él ha dicho!
Mes morado: Señor de los Milagros, te pido de todo corazón por las personas que lean este post, para que hagas en ellos el milagro más maravilloso que una persona puede recibir: Aprender a VIVIR y a AMAR… Vivir plenamente desapegado de lo material y amando lo realmente importante (la familia, los amigos, el trabajo, la naturaleza, la paz, la unión, el respeto…); ofreciendo sus mismas vidas en servicio de los demás antes de esperar recibir de ellos algo. AMEN
Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(29 de Octubre del 2013)
Yo lo viví… lo sentí… me identifiqué… por algo que hace tiempo no comento en mi blog, no porque fuera la intención sino porque escribo según las cosas que me van pasando. Sin embargo el tema volvió esta noche, lo sentí de nuevo, lo viví de nuevo… lloré de nuevo. Es inevitable sentirme “movido” cada vez que se presenta el tema del “cangrejo” de forma cercana y, a pesar que esta vez fuera dentro de una película, la trama es algo que he visto muy de cerca y no puedo evitar sentarme a la 1am para compartir esos no gratos recuerdos…
Curiosamente, también tiene que ver con los últimos 2 post que he escrito sobre casarse (http://kikin-rispa.blogspot.com/2013/10/no-te-cases.html) y divorciarse (http://kikin-rispa.blogspot.com/2013/10/y-si-te-casas-no-te-divorcies.html)… Pues sin duda ambas cosas giran en torno a una realidad que tristemente es más común: La gente ya no se casa “hasta que la muerte los separe”… sino hasta que uno le llegue el otro y se aburra, o le llegue luchar, o le llegue dar oportunidades o simplemente le llegue todo…
No les voy a quemar la película para que la vean y me entiendan un poco mejor, lo que haré es contarles sobre dos personas que conocí en el INR. Una de ellas era un señor de aprox. 40 años. Nos conocimos en la rehabilitación física (etapa muy importante aunque mucha gente no le da importancia). Este señor era, dentro de todo, uno de los “jóvenes” de la terapia (pues había muchos adultos mayores amputados por diabetes) y me puse a conversar con él. Terminada la terapia me dijo que estaba en carro y que iba por La Marina. En el 2011 el INR quedaba cerca de los Barracones del Callao, así que me convenía que me jale de camino.
En el auto me contó que era policía y que en cumplimiento de sus deberes perdió una pierna. Luego me contó que era casado… mejor dicho, que estaba separado… en realidad, que ella lo abandonó. Perdió la pierna, perdió el trabajo, perdió la plata… perdió a su esposa… en realidad, ella lo abandonó. Ya que no podía ser el sustento del hogar y con una discapacidad adquirida (así se dice cuando no es de nacimiento), la esposa que le juró amor eterno prefirió abandonarlo y solucionar así sus problemas… “Hasta que la falta de plata los separe”
Me quedé muy intranquilo varios días. En mi concepción utópica en que las parejas se casan por AMOR y por eso deben apoyarse en la salud y enfermedad, en pobreza y riqueza, no podía comprender como había gente tan mala como para abandonar al otro cuando más te necesita. Luego me di cuenta que esto era más común de lo que mi agobiado corazón podía entender.
No mucho tiempo después, en el mismo INR, conocí a un señor muy amable de unos 60 años. Hacía terapia también y vendía golosinas en una mesita improvisada. Un día que no llegaba mi terapista ocupacional, me senté a su lado a conversar. Efectivamente era un señor muy amble… a pesar de lo que lo tocaba vivir. Tenía un puesto de carnes en el mercado del Callao (espero que lo siga teniendo) y generaba ingresos extras vendiendo golosinas. Viudo. Vivía solo. Tenía tres hijos… NINGUNO de ellos lo iba a visitar ni mucho menos lo apoyaban con sus gastos. Unos verdaderos hijos de p…
¿Es eso justo? ¿Qué tu esposa y tus hijos te den la espalda cuando más los necesitas? ¿Dónde quedó el amor hacia la familia? Yo no puedo poner las manos al fuego por estas dos personas pero tampoco creo que ganaran nada mintiéndome con sus historias. Yo las sentí reales, honestas… y por último, por más que una persona haya cometido errores no creo que eso justifique el abandono. Eso también habla de las mismas personas que dan la espalda y que sin duda son egoístas, resentidas y crueles.
Esas dos historias me han quedado bien grabadas y creo que nunca se las he contado a nadie. Me las guardé pues creo que no son de las historias que cuentas en reuniones de amigos y en almuerzos familiares. Pero hoy, luego de escribir sobre la falta de amor y de perseverancia para mantener matrimonios, y luego de “sentir” esta angustia dentro de la película, vinieron a mi mente para ser compartido con ustedes. Con esto también queda más claro por qué me preocupo tanto de encontrar una mujer “luchadora” como para que sea mi compañera de vida…
Solo me queda agradecer infinitamente todo el amor demostrado por mi familia, amigos y hasta desconocidos durante estos casi tres años de superado el cáncer y de vivir con una discapacidad. Tengo la enorme bendición de no haber recibido portazos en la cara ni mucho menos sentir espaldas frías; por el contrario, recibí un mensaje de Dios muy claro y muy fuerte a través de todos ustedes: Dios me ama… Dios quiere algo de mí y me ha regalado una segunda vida, la cual trato de aprovechar al máximo entregando todo de mí para ustedes… para que me escuchen… para que lo escuchen a él… y sobre todo para que no pierdan la FE.
Yo nunca la perdí, por más que no pudiera comprender (y aún me cuesta) el famoso “por qué a mí”. Esa FE me ayudó a dejar atrás el “por qué” y empezar a vivir el “para qué”. En mi día a día busco y encuentro un propósito y creo que voy por buen camino. Es un camino difícil, a veces doloroso, muchas veces injusto… pero es mi camino y yo confío en que puedo recorrerlo porque EL está a mi lado a través de ustedes… y ustedes, con FE en EL, también podrán.
¡Él ha dicho!
Mes morado: Señor de los Milagros, te pido de todo corazón por las personas que lean este post, para que hagas en ellos el milagro más maravilloso que una persona puede recibir: Aprender a VIVIR y a AMAR… Vivir plenamente desapegado de lo material y amando lo realmente importante (la familia, los amigos, el trabajo, la naturaleza, la paz, la unión, el respeto…); ofreciendo sus mismas vidas en servicio de los demás antes de esperar recibir de ellos algo. AMEN
Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(29 de Octubre del 2013)
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarGracias Kikin por tu post, ayuda a poner las cosas en perspectiva, de veras. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarQue excelente post y sobre todo esa oración final tan llena de sentimiento.
ResponderEliminarEs duro lobque cuentas. Por eso siempre debemos poner x delante el corazón. El siempre sabe lo que es correcto.
Gracias x compartir esto con nosotros.
Un besoteeeeee!
El tema de la fe es el tema central de la pelicula, pero de la Fe con mayuscula y no la fe como eufemismo (fe en nosotros mismo, fe en lo otros , etc) y la misma es una gracia... Estuve haciendo una entrada pero como El Alquimista ya publico algo tengo escrupulos en publicarla.
ResponderEliminarMe gusto tu post, has trascendido la forma y has ido al fondo. Saludos.
Amen Kikin, que tus oraciones se hagan realidad en mi y en todos!, y alli te mando unas de vuelta. Un besooo
ResponderEliminarAnecdota: Ayer estuve en la casa de una amiga por su cumple. Conversabamos en su sala, sentados en el sillón, cuando de repente volteé la vista hacia la puerta de vidrio que da al balcón, como para mirar algo en la calle. No recuerdo por que lo hice, solo volteé rápidamente, miré 2 segundos, y regrese la mirada hacia la conversación. Me quedó otros 2 segundos pensando en lo que me pareció ver en el estante de la sala: Una imagen del Señor de los Milagros. Regresé la mirada al estante para buscarla... pero no la encontré. Me quedé varios segundos buscando esa imágen que tan convencido creí ver... nada. Mi amiga me preguntó que era lo que estaba buscando y le pregunté si me fallaba la vista o no encontraba la imagen. Curiosa fue su respuesta al decirme que en el estante no había ninguna imagen pero que exactamente a la espalda de ese muro, en la habitación contigua, había una. Nos quedamos mirando sin decir nada, un poco "extrañados" de la situación... cuando se acercó su tía y le conté, ella me preguntó que pasaba, y mientras le contaba, mi amiga fue por la imagen. No era exactamente la imagen que vi pero era el Señor de los Milagros.... nuevamente nos quedamos mirando en silencio con una sensación de integra rondando la sala... Dato curioso después de haber escrito este post... muy curioso... solo me queda pensar que por demostrarle una vez más mi FE, EL me dice que efectivamente... está ahi...
ResponderEliminarguauuuuu amigo definitivamente la Fe lo es todo y Dios si escucha cuando algo se lo pides de todo corazón... con toda tu alma..... creo q no es necesario cumplir todo al pie de la letra como ir a misa todos los domingos etc, etc. si no el poder q tiene la fe y la esperanza de salir adelante no dejarte derrotar y con el favor de Dios se cumple tooooooo .Bien Kikin.
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