domingo, 19 de agosto de 2018

El Efecto Kikín (Toma 1)

- ¿Y qué fue lo que te pasó?
- Ah bueno… tuve cáncer… 

Inmediatamente después de decírselo su bello y sonriente rostro cogió tonos de seriedad, sorpresa, tristeza, hasta llegar al punto de ya no saber qué expresar. 

Me di cuenta de inmediato y le dije que lo tome con calma… 
- ¿Pero ya estás bien?
- Pues… Nunca se sabe… mi última operación fue en noviembre del año pasado… 
- ¡Hace nada!

Vi nuevamente esa expresión de estar en el limbo, hasta que sus hermosos ojos se empezaron a nublar por la emoción. Esta situación se puso intensa para mí también y empecé a sentir esa sensación de nudo en la garganta, previo a que tu alma se desborde por los ojos. Finalmente pude controlarme y decirle que no pasa nada, que ahora estoy bien y que sigo adelante con mis sueños y mi propósito, y que por eso estaba en Madrid. 

- ¿Te puedo dar un abrazo?
- Claro que sí. 
Aunque suene a cliché, fue uno de los abrazos más bonitos que me han dado en la vida. Fue honesto, fue emotivo, fue de corazón a corazón. No importó el momento, no importo el lugar, importaba el decirme que su corazón se unía al mío. Y el mío al suyo. 

- Es que a veces andamos por la vida preocupados de tantas tonterías y cosas sin sentido, que de verdad no tienen importancia ni trascendencia, y tú con todo eso… es para pensar realmente en qué está haciendo cada uno con su vida y ver que hay cosas más importantes. 
- Pues sí, por eso no tengo problemas en contar mi historia y por eso hago mis charlas de motivación, para que la gente despierte y se dé cuenta que en la vida hay cosas que son realmente importantes y que no se les está prestando la atención debida. 
- Cuenta conmigo para lo que necesites. 
- Gracias. 

Cuando seguí mi rumbo me di cuenta que yo necesitaba ese abrazo tanto como ella, pero no lo sabía (O no era consciente de ello). Hay momentos en que uno se siente solo por estar lejos de todas las personas queridas. A veces también se extraña el contacto con una persona del sexo opuesto. O a veces, simplemente necesitas un abrazo porque siempre reconfortan, así no te sientas mal. Además de todo eso, me hizo sentir nuevamente que todo lo que he vivido no ha sido en vano (http://kikin-rispa.blogspot.com/2013/12/cada-ano-valio-la-pena.html), que sigo en el camino correcto, que por encima de todo está mi propósito de vida que me empuja día a día a seguir haciendo todo lo que hago pues es lo que quiero, tengo y debo hacer. 

Ese abrazo tocó mi corazón, de una manera muy profunda y maravillosa, y le estoy muy agradecido. No se lo dije en ese momento sino hasta ahora al mandarle este post y que lo lea antes de compartirlo con ustedes. Gracias nuevamente, guapísima. 


¡He dicho!


Apapachos.- ¿No te han dado ganas de ir y abrazar a alguien? Pues no lo pienses… ¡Sal corriendo y dáselo! ¡Antes que se te pasen las ganas! Ambos se sentirán de maravilla… se los prometo. 


Kikín Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(19 de Agosto del 2018)

1 comentario:

  1. Existe un algo inexplicable que pone en nuestro camino obstáculos para hacernos fuertes, a veces duele, pero superarlos nos hace más felices. Creo que hay personas que nacen para demostrar que todo se puede superar y lo hacen con una dulce sonrisa en la cara, como tú. Feliz de que te cruzaras en mi camino. Lección de vida, amigo mio.

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