Cada vez que me entero que alguien cercano tiene cáncer, o alguien cercano a alguien cercano, me toca de una forma distinta, y es lógico, lo he vivido en carne propia y sólo los que lo vivimos, nos entendemos… y nos solidarizamos.
Lamentablemente esta vez hubo otra baja… un familiar cercano, como poca cosa; y a pesar de haber seguido la cochina quimio, este cangrejo del mal avanzó más rápido que el tratamiento.
Me queda un nudo en la garganta porque no fui a verlo cuando estuvo en el hospital… claro, yo dedicado a la campaña electoral y para tener tal desilusión, que no me quedó tiempo de organizar mis muchos pendientes e irlo a ver. Me siento un poco mal pues, como dije, el apoyo de una persona que ha pasado por esto, no se comparta a los ánimos y compañía que pueden hacer los demás. Por eso siento una necesidad y compromiso emocional con mi tío para dedicarle unas breves líneas a modo de homenaje.
Y es más que justo y necesario pues tan solo el hecho de pararte y hacerle frente al cochino cangrejo, sabiendo que es una de las luchas más duras en lo que a salud se refiere, ya te convierte en héroe. No me cansaré de repetir lo atroz que es eta enfermedad y peor aún que el tratamiento para curarlo roza casi con lo inhumano; por eso es digno de quitarse el sombrero ante todos esos valientes héroes que empiezan esta lucha.
Es una lucha integral, de cuerpo, mente y espíritu; y se necesita mucha fortaleza para salir adelante. Pero es tan cruel el bicho que a pesar de la entereza, convicción, esfuerzo y ganas de vivir que pueda tener uno; a veces simplemente no basta. ¿Pero saben qué? El dejar la vida en esta lucha te lleva a un nivel más allá del heroísmo y te convierte en mártir ya que dejas tu vida en combate.
No hay perdedor, no hay derrota, no hay muerte… hay héroes y mártires naciendo cada día, y todos y cada uno de ellos son un ejemplo de vida que no podemos dejar pasar por alto. Démosles el reconocimiento que se merecen; sequemos las lágrimas y dejemos la pena de lado, inflemos el pecho y levantemos la frente, con orgullo, pues podemos reconocer en esas personas una lección de vida, y no hay lección más grande que la de dejar la vida por seguir viviendo.
El 8 de octubre, día de la Marina de Guerra y de Miguel Grau, como buen marino (mercante) escogiste ese día tío para volverte un mártir, para la familia, para los muchos amigos que fueron a despedirte, y ahora, para todos los que lean este post, y sepan reconocer en ti y en todos los que lucharon contra el cangrejo, a un héroe y mártir de por vida.
Hasta pronto tío.
¡He dicho!
Dos pendientes por tu culpa.- Como los volviste mártires, ahora me esperan 2 pendientes en el cielo: el café pasado y pan con queso con el pato, y ahora el chupe de cangrejo que te prometí… y que esperará un poco hasta cuando los visite.
Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(14 de Octubre del 2014)
Lamentablemente esta vez hubo otra baja… un familiar cercano, como poca cosa; y a pesar de haber seguido la cochina quimio, este cangrejo del mal avanzó más rápido que el tratamiento.
Me queda un nudo en la garganta porque no fui a verlo cuando estuvo en el hospital… claro, yo dedicado a la campaña electoral y para tener tal desilusión, que no me quedó tiempo de organizar mis muchos pendientes e irlo a ver. Me siento un poco mal pues, como dije, el apoyo de una persona que ha pasado por esto, no se comparta a los ánimos y compañía que pueden hacer los demás. Por eso siento una necesidad y compromiso emocional con mi tío para dedicarle unas breves líneas a modo de homenaje.
Y es más que justo y necesario pues tan solo el hecho de pararte y hacerle frente al cochino cangrejo, sabiendo que es una de las luchas más duras en lo que a salud se refiere, ya te convierte en héroe. No me cansaré de repetir lo atroz que es eta enfermedad y peor aún que el tratamiento para curarlo roza casi con lo inhumano; por eso es digno de quitarse el sombrero ante todos esos valientes héroes que empiezan esta lucha.
Es una lucha integral, de cuerpo, mente y espíritu; y se necesita mucha fortaleza para salir adelante. Pero es tan cruel el bicho que a pesar de la entereza, convicción, esfuerzo y ganas de vivir que pueda tener uno; a veces simplemente no basta. ¿Pero saben qué? El dejar la vida en esta lucha te lleva a un nivel más allá del heroísmo y te convierte en mártir ya que dejas tu vida en combate.
No hay perdedor, no hay derrota, no hay muerte… hay héroes y mártires naciendo cada día, y todos y cada uno de ellos son un ejemplo de vida que no podemos dejar pasar por alto. Démosles el reconocimiento que se merecen; sequemos las lágrimas y dejemos la pena de lado, inflemos el pecho y levantemos la frente, con orgullo, pues podemos reconocer en esas personas una lección de vida, y no hay lección más grande que la de dejar la vida por seguir viviendo.
El 8 de octubre, día de la Marina de Guerra y de Miguel Grau, como buen marino (mercante) escogiste ese día tío para volverte un mártir, para la familia, para los muchos amigos que fueron a despedirte, y ahora, para todos los que lean este post, y sepan reconocer en ti y en todos los que lucharon contra el cangrejo, a un héroe y mártir de por vida.
Hasta pronto tío.
¡He dicho!
Dos pendientes por tu culpa.- Como los volviste mártires, ahora me esperan 2 pendientes en el cielo: el café pasado y pan con queso con el pato, y ahora el chupe de cangrejo que te prometí… y que esperará un poco hasta cuando los visite.
Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(14 de Octubre del 2014)
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