Destino “seteado” (Palabra favorita de mi amiga red bull jajaja). Ya sabía dónde ir y por qué. Ahora había que planificar los tours y la juerga (¡obviamente!). Mientras decidía a donde ir, mi amiga la “catrasca”, también converse con una amiga de mis amigos (que ahora es MI gran amiga “Koana” jeje) que es de allá, y obvio también quedamos para vernos. Como suele pasar, de pura casualidad me enteré que un amigo de la universidad, que no veía tiempo, tenía trabajando allá 2 años; le escribí y quedamos en juntarnos. Como cerecita, pocos días antes de viajar, converso por “face” con un amigo del colegio que no veía desde que salimos del glorioso “San Luis” de Barranco… y ¡Oh sorpresa! Está viviendo en Buenos Aires… lo bueno de ser tan amiguero jeje… así que actividades me iban a sobrar al llegar.
No voy a negar que estaba nervioso por ser el primer viaje totalmente SOLO. SI me jode ir con la prótesis en metropolitano, ¿Se imaginan lo que es subir a un avión con una maleta grande, una mochila con las muletas dentro, una maleta chiquita para los documentos y un bastón en la mano? ¿Y encima a otro país? Complicado… pero valgan verdades, no por nada los tengo bien puestos, y no dejo que NADA se ponga en mi camino. Además, en los aeropuertos siempre me han tratado bien y se respeta la Ley Nro. 27050 de la Persona con Discapacidad (Y fuera del país también, recuerden que luego de la operación ya salí de viaje… aunque acompañado http://kikin-rispa.blogspot.com/2012/12/los-viajes-da.html).
Lamentablemente me equivoqué. Para no ser tan malo con esta aerolínea de la cual no diré su nombre (solo mencionaré que empieza con L y termina con N… y solo son 3 letras jajaja), la intención fue buena, pero debieron ser más cuidadosos. Me ofrecieron silla de ruedas pues había que caminar mucho, la sala de embarque estaba al otro lado del aeropuerto (ahí está la buena intención). Lo malo fue que habían 2 personas mayores esperando también por silla, más de 20 minutos, y no las traían. Parece que había escases de sillas o ese día todas las personas con atención preferente quisieron viajar. En fin, la cosa es que yo y otra señora de aprox. 60 años tuvimos que ir caminando hasta la sala de embarque. Nos acompañó un joven para “agilizar” los trámites durante el trayecto, pero valgan verdades cuando he viajado solo he pasado igual de rápido. En fin, un pequeño contratiempo.
Llegué a tiempo a sala de embarque. Como mencioné, siempre llevo a la espalda mi mochila con las muletas dentro, así que más o menos llego a medir casi dos metros, por lo que en algunas partes del recorrido tengo que hacer algunos malabares. El peor fue subiendo al avión, no porque no sea bueno con los malabares (jo jo), sino porque realmente me llegó al chopin la actitud de la señorita flight hostess. Visualícenme con la mochila y las muletas, el baston, subiendo las escaleras una por una, hasta la puerta del avión; levantar la cabeza, mirar a esta chica (por cierto, argentina) buscando un “señor, ¿lo ayudo?”, y en lugar encontrar una cara de “¿te podés apurar boludo?”. Delante de ella deje el bastón de lado, me saqué la mochila, la garré con una mano, volví a agarrar el bastón con la otra, y me fui a buscar mi sitio. ¡No me dijo ni una sola puta palabra! La más mala gracia… después por qué rajan de los argentinos… En fin, no quería que ese segundo incidente malogre mi viaje, así que me relaje y empecé a disfrutar mi viaje. Allá voy!
5 horas después… llegué. Era viernes. Cambié unos dólares (porque ese tema ahora es complicado, demasiado control), chapé mi taxi, 200 putos pesos (algo de 50 dólares al tipo de cambio oficial) y me fui rumbo a Palermo, al depa de mi amiga la “catrasca”. ¡Llegué! ¡Saca las chelas! Besos, abrazos, y muuucho trago jajaja. Quimes van, piscos vienen… horas de horas de chismes, rajes e historias corta venas de cada uno. No podía empezar mejor el viaje: Ebrios totales hasta la mañana siguiente jajaja.
El sábado se pasó tranquilo… hasta la noche jeje. Tenía que ver a mis otros amigos, respetando las costumbre locales, es decir, primero comes una parrillita y recién avanzada la noche vas a un boliche; así que lo más inteligente fue juntarnos todos en un local de parrilla llamado “El Primo”. Mi linda amiga “koana” tuvo la gentileza de recogernos en el carro con su amiga, otra linda persona. Hasta ahí ya somos 4. En este local me esperaba mi amigo “papita” con sus amigos. Ellos eran 5. Entonces, mi primera salida de noche en Buenos Aires y ya junto una mesa de 9 personas jajaja. ¡Ídolo! Jajaja.
Unos traguitos en la casa de “papita”; quedamos 6. Salimos en busca de otros traguitos; quedamos 4. Al final más lo que gastamos gasolina porque cada sitio que íbamos estaba cerrado jeje; pero al final encontramos uno. Noche tranquila, sin boliche. Iba amaneciendo… todos a casa. Cierra telón.
Domingo fue más tranquilo aún. Levantarse medio día, un almuercito rico, por la tarde un paseo al centro a conocer el Obelisco. Grande mi amiga “koana” que tenía un concierto por ahí y acepto vernos un poco antes para acompañarme y dar una vuelta. Al final fue menos que eso, pero ahí tengo mi fotito infaltable en este punto turístico. Cayó la noche.
Camino al depa decidí dar una vuelta por los alrededores de Palermo. Lindos parques, monumentos por doquier, todo tranquilo… habré caminado una hora con la prótesis. Me cansé. Regresé al depa. Obviamente lo primero que debía hacer era quitarme la prótesis. Para que tengan una idea, es como andar con un zapato nuevo cada vez que te lo pones y que nunca se acomoda a tu pie. Algo así. Me saqué la prótesis para sentir ese alivio, casi tan rico como cuando te aguantas 3 horas sin orinar y luego vas al baño… y al momento de sacar la válvula de aire se salió con todo y el aro de aluminio (Para que entiendan mejor, les pongo la foto).
Me quedé helado. Eso se supone que no debía pasar. ¿Por qué ocurrió? ¿Qué falló? ¿Por qué A MI? La csm, ahora lo tengo que llevar a arreglar a la ortopedia… ptm, ¡Estoy en Buenos Aires! ¡Es el tercer día! ¡Y son 10! No creo que tengan idea de cómo me sentí… de todas las cosas que cruzaron por mi cabeza… de todos los sentimientos encontrados… no podía creerlo, era de película… una mala mezcla entre suspenso, terror y humor negro. Y ahí estaba yo… con el aro de aluminio en la mano… sin saber que hacer…
Pará pará.- ¿Cómo lo vas a dejar así? Eso se llama… suspenso jajaja…
Kikin Rispa
Kikerispa2003@yahoo.es
(18 de Enero del 2013)
No voy a negar que estaba nervioso por ser el primer viaje totalmente SOLO. SI me jode ir con la prótesis en metropolitano, ¿Se imaginan lo que es subir a un avión con una maleta grande, una mochila con las muletas dentro, una maleta chiquita para los documentos y un bastón en la mano? ¿Y encima a otro país? Complicado… pero valgan verdades, no por nada los tengo bien puestos, y no dejo que NADA se ponga en mi camino. Además, en los aeropuertos siempre me han tratado bien y se respeta la Ley Nro. 27050 de la Persona con Discapacidad (Y fuera del país también, recuerden que luego de la operación ya salí de viaje… aunque acompañado http://kikin-rispa.blogspot.com/2012/12/los-viajes-da.html).
Lamentablemente me equivoqué. Para no ser tan malo con esta aerolínea de la cual no diré su nombre (solo mencionaré que empieza con L y termina con N… y solo son 3 letras jajaja), la intención fue buena, pero debieron ser más cuidadosos. Me ofrecieron silla de ruedas pues había que caminar mucho, la sala de embarque estaba al otro lado del aeropuerto (ahí está la buena intención). Lo malo fue que habían 2 personas mayores esperando también por silla, más de 20 minutos, y no las traían. Parece que había escases de sillas o ese día todas las personas con atención preferente quisieron viajar. En fin, la cosa es que yo y otra señora de aprox. 60 años tuvimos que ir caminando hasta la sala de embarque. Nos acompañó un joven para “agilizar” los trámites durante el trayecto, pero valgan verdades cuando he viajado solo he pasado igual de rápido. En fin, un pequeño contratiempo.
Llegué a tiempo a sala de embarque. Como mencioné, siempre llevo a la espalda mi mochila con las muletas dentro, así que más o menos llego a medir casi dos metros, por lo que en algunas partes del recorrido tengo que hacer algunos malabares. El peor fue subiendo al avión, no porque no sea bueno con los malabares (jo jo), sino porque realmente me llegó al chopin la actitud de la señorita flight hostess. Visualícenme con la mochila y las muletas, el baston, subiendo las escaleras una por una, hasta la puerta del avión; levantar la cabeza, mirar a esta chica (por cierto, argentina) buscando un “señor, ¿lo ayudo?”, y en lugar encontrar una cara de “¿te podés apurar boludo?”. Delante de ella deje el bastón de lado, me saqué la mochila, la garré con una mano, volví a agarrar el bastón con la otra, y me fui a buscar mi sitio. ¡No me dijo ni una sola puta palabra! La más mala gracia… después por qué rajan de los argentinos… En fin, no quería que ese segundo incidente malogre mi viaje, así que me relaje y empecé a disfrutar mi viaje. Allá voy!
5 horas después… llegué. Era viernes. Cambié unos dólares (porque ese tema ahora es complicado, demasiado control), chapé mi taxi, 200 putos pesos (algo de 50 dólares al tipo de cambio oficial) y me fui rumbo a Palermo, al depa de mi amiga la “catrasca”. ¡Llegué! ¡Saca las chelas! Besos, abrazos, y muuucho trago jajaja. Quimes van, piscos vienen… horas de horas de chismes, rajes e historias corta venas de cada uno. No podía empezar mejor el viaje: Ebrios totales hasta la mañana siguiente jajaja.
El sábado se pasó tranquilo… hasta la noche jeje. Tenía que ver a mis otros amigos, respetando las costumbre locales, es decir, primero comes una parrillita y recién avanzada la noche vas a un boliche; así que lo más inteligente fue juntarnos todos en un local de parrilla llamado “El Primo”. Mi linda amiga “koana” tuvo la gentileza de recogernos en el carro con su amiga, otra linda persona. Hasta ahí ya somos 4. En este local me esperaba mi amigo “papita” con sus amigos. Ellos eran 5. Entonces, mi primera salida de noche en Buenos Aires y ya junto una mesa de 9 personas jajaja. ¡Ídolo! Jajaja.
Unos traguitos en la casa de “papita”; quedamos 6. Salimos en busca de otros traguitos; quedamos 4. Al final más lo que gastamos gasolina porque cada sitio que íbamos estaba cerrado jeje; pero al final encontramos uno. Noche tranquila, sin boliche. Iba amaneciendo… todos a casa. Cierra telón.
Domingo fue más tranquilo aún. Levantarse medio día, un almuercito rico, por la tarde un paseo al centro a conocer el Obelisco. Grande mi amiga “koana” que tenía un concierto por ahí y acepto vernos un poco antes para acompañarme y dar una vuelta. Al final fue menos que eso, pero ahí tengo mi fotito infaltable en este punto turístico. Cayó la noche.
Camino al depa decidí dar una vuelta por los alrededores de Palermo. Lindos parques, monumentos por doquier, todo tranquilo… habré caminado una hora con la prótesis. Me cansé. Regresé al depa. Obviamente lo primero que debía hacer era quitarme la prótesis. Para que tengan una idea, es como andar con un zapato nuevo cada vez que te lo pones y que nunca se acomoda a tu pie. Algo así. Me saqué la prótesis para sentir ese alivio, casi tan rico como cuando te aguantas 3 horas sin orinar y luego vas al baño… y al momento de sacar la válvula de aire se salió con todo y el aro de aluminio (Para que entiendan mejor, les pongo la foto).
Me quedé helado. Eso se supone que no debía pasar. ¿Por qué ocurrió? ¿Qué falló? ¿Por qué A MI? La csm, ahora lo tengo que llevar a arreglar a la ortopedia… ptm, ¡Estoy en Buenos Aires! ¡Es el tercer día! ¡Y son 10! No creo que tengan idea de cómo me sentí… de todas las cosas que cruzaron por mi cabeza… de todos los sentimientos encontrados… no podía creerlo, era de película… una mala mezcla entre suspenso, terror y humor negro. Y ahí estaba yo… con el aro de aluminio en la mano… sin saber que hacer…
Pará pará.- ¿Cómo lo vas a dejar así? Eso se llama… suspenso jajaja…
Kikin Rispa
Kikerispa2003@yahoo.es
(18 de Enero del 2013)
NOOOOOOOOOOOOO!!! En primer lugar, no entiendo la foto, que es ese huequito? Y el aro de aluminio en dónde va, o sea no entiendo :(
ResponderEliminarPero no nos dejes así! Qué pasó!!! Te compraste otra, la botaste, la mandaste a arreglar??? Dime que fue porque ni hablar regresaste a Lima, esa no me la creo!
HABLAAAAAAAAA PELOTUDO!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAsi que "koana", eh? Ja ja ja. Un abrazo desde la nieve.
ResponderEliminarEs complicado entender como funciona la protesis aun con la foto pero cuando nos juntemos te explico mejor :)
ResponderEliminarPrometo que antes del miercoles continuo escribiendo jejeje... hay que darle emocion... chan chan chan chaaaannnn...
Lo de Koana esta generando mas misterio que lo de la protesis jajaja