martes, 1 de diciembre de 2015

El Amor En Los Tiempos Del Cáncer

En mi semana internado en el INEN compartí la habitación con cinco “roomies”, todos de “tórax” (cáncer en pulmones y afines). Diferentes edades, orígenes, profesiones, etc.; pero la complicidad del lugar, del cangrejo y del aburrimiento hizo que conversáramos un poco, veamos tele y hasta nos hagamos una que otra broma. Todos excepto uno.

Uno de ellos era un señor muy mayor, bordeando los 80, con seguridad de bien adentro del país pues a duras penas hablaba español, solo quechua. Al principio creí que estaba tan mal que por eso no hablaba pero pronto me di cuenta que la principal barrera era el lenguaje. Además que no era una persona quejosa, para nada. Venía la enfermera y para todo respondía “ya mamita”, y se dejaba acomodar, mover, subir, bajar, samaquear, dar de comer, dar remedios, todo… “ya mamita”, no más decía.

Solo cuando entraba una enfermera que le hablaba en quechua lo escuchaba conversar con ella, y lo más bonito de todo, reír, y hasta cantar. Como ya en otras oportunidades me dio pena (y vergüenza) no saber quechua. Con suerte le explicaba a su compañera lo que estaban conversando con él y daba risa que la enfermera lo molestaba y él respondía y se reía. 

También con las personas que conversaba era con su nieta, un pata con pinta de personal trainner y que lo ayuda a hacer sus ejercicios (nunca supe si era su hijo, sobrino o quien), y su mamita, su esposa, el amor de su vida.

Era lindo verlos juntos (yo estaba frente a ellos). No necesitaban conversar mucho, simplemente estaban ahí, acompañándose, en las buenas y en las malas. Una de las buenas era a la hora de la comida… ¡Y qué rico comían! Calladita la mamita chupaba hasta el último huesito de lo que le trajeran y lo ayudaba a comer a su papito. 

En una de esos hermosos momentos de compartir la comida, la mamita le estaba dando una cuchara de sopa. El papito se acerca despacio a la cuchara y cuando va a cerrar la boca, la mamita se la jala y lo deja con la mordida en el aire. El papito la mira, ella también. El papito se ríe, ella también. Luego le sigue dando de comer.

Fue un momento mágico. En solo un minuto derrocharon ternura, afecto, juego, complicidad, candidez, paz… amor. Amor puro y verdadero que rompe con la cultura vigente de los matrimonios desechables (http://kikin-rispa.blogspot.pe/2013/10/y-si-te-casas-no-te-divorcies.html). Fue un momento tan especial que creo que cualquier palabra para describirlo de mi parte queda corto (http://kikin-rispa.blogspot.pe/2012/10/7-de-7-amor-puedo-pero-no-quiero.html), sobre todo porque es algo que aún no he vivido. 

Otro roomie, del otro lado de la habitación, estaba contemplando la misma escena. Imagino que se dio cuenta de mi atención en ellos, de mi sonrisa y mirada de ternura, y me dijo: “¿Llegaremos así?”. “Quién sabe…”, solo pude responder.

La pregunta me ha venido siguiendo desde ese momento y creo que lo seguiré pensando mucho mucho tiempo. Muchas personas confunden el hecho que yo disfruto mucho mi soltería y piensan que soy enemigo del matrimonio, pero no es así. Como la gran mayoría siempre he querido tener mi familia pero si no la tengo es porque no ha llegado mi momento, o porque tal vez finalmente no sea para mí. 

¿Cómo saberlo a ciencia cierta? No se puede. Lo que sé y estoy convencido es que no es algo que me quita el sueño pues como todo en esta vida, en mi vida, yo me pongo en las manos de Dios y lo que tenga que ser será, para todo, así como para mi salud, como para este tema del amor. 

Lo que también se es que mi “particular” estilo de vida no es un hueso fácil de roer para nadie, no lo es para mí, menos será para aquella persona que “se atreva” a estar en una relación conmigo. ¿Creen que exagero? Tengo una discapacidad y tengo cáncer, mi vida nunca será sencilla y estará llena de pruebas como las que aún estoy viviendo, y eso de verdad es para machos como yo y para tal vez algún día (tal vez) de alguna “macha” que quiera comerse el plato (Como Alicia y Jane… salvando las enormes diferencias de sus esposos conmigo, claro está). 

No busquen respuestas a lo que acabo de decir ni mucho menos confundan mis palabras. Esto es un tema muy complejo y difícilmente alguien que no esté en mi zapato o muy cerca (es decir, que tenga discapacidad y/o cáncer), puede entender. En este tema, por más cariño que me tengan, cuando el futuro de otra persona está de por medio, no faltan los comentarios como “¿Estás segura?”; y solo por mencionar uno “light”. No me discutan. Lo he vivido. Lo sigo viviendo pues por ahí ya alguien se ha hecho humo por ser una cuota de “demasiada realidad” para su gusto.

Insisto que no malinterpreten ni mucho menos juzguen. Todo este proceso en el que estoy, en todos los aspectos de mi vida, no es sencillo. Sigo pensando, analizando, estudiando, reflexionando, asimilando todo. Pero dentro de todo, lo que tengo muy claro es saber quién soy y lo importante de mi propósito en la vida, y que no debo distraerme de eso, por ningún motivo, hasta donde lleguen mi cuerpo, mi mente y mi espíritu. 

“¿Llegaremos así?”. Solo el tiempo lo dirá… 



Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(01 de Diciembre del 2015)

5 comentarios:

  1. Amigo...que historia tan tierna...Dios es bueno y te muestra sus promesas para tu vida... como bien dices, solo es ponernos en sus manos y dejar que Él tome control de todo...Te quiero mi Kikin...ya es hora de un lonchesito navideño

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  2. Como me encanta cada post que escribes...
    Beso enorme!

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  3. Como me encanta cada post que escribes...
    Beso enorme!

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  4. cuidare mucho y mucha energia positiva a delante como siempre eres un valiente

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  5. FUERZA KIKIN, ME GUSTO TU ARTICULO GRACIAS POR ESCRIBIRLO Y ESPERO DE CORAZON QUE EL TIEMPO SI LO LLEGUE A DECIR DE LA MANERA COMO SE LO DIO A TUS VECINOS DEL FRENTE, SALUDOS

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