viernes, 8 de noviembre de 2013

Kikin, Nick... y el otro Nick

Hace poco más de un mes estuvo en Lima el gran orador internacional, Nick Vujicic. ¿Qué? ¿No lo conocen? No te cacheteo no más porque estás al otro lado de la pantalla… como quien dice, por “cultura general”, todos deberían conocer a seres excepcionales como él, así que si no has escuchado o leído nada, te dejo este video que realmente es increíble: http://www.youtube.com/watch?v=od2lg1ZC20s.

Cuando supe que venía a Lima me emocioné como fan de Justin Biever (¡guacala!). Fuera de sarcasmos, de verdad fue emocionante tener la oportunidad de ver y escuchar en vivo a este ser extraordinario, así que por más misio que estuviera, valía la pena comprar mi entrada… y vaya que fue así, pues todo lo que pasó después, nuevamente está entre la línea de lo anecdótico y lo milagroso (http://kikin-rispa.blogspot.com/2013/10/anecdota-o-milagro.html)

La entrada “Platinum” estaba S/.157.00 y la “VIP” estaba S/.103.00, si bien no era mucha la diferencia, por lo mismo que estaba “aguja”, siendo “varón conshente”, prefería comprar VIP. En el interín, le pasé la voz a mi batería para ir (otras PCDs)… “ya chévere…”, “si fácil”, “cuando compres me avisas”, “de hecho voy”… resultado: Nadie confirmó y me resigné a ir solo. 

Dos días antes del magno evento, mi nuevo pata “el comando biónico” me llama y me dice: “Kikin, CONADIS me ha invitado a la premiación de Nick en el Congreso este sábado a las 10am, ¿Vamos?”. Al principio dije no porque tenía chamba, pero luego de pensarlo bien, me di cuenta que no podía perder esa oportunidad… llamé a mi pata y le dije: ¡Vao!

Fuimos… temprano… ni pase teníamos en la mano… “invitados de CONADIS”… yo en muletas y terno (para hacerla más dramática jajaja)… entramos… 5 gatos (hora Cabana)… “siéntense donde gusten”… ¡PRIMERA FILA! Esperamos… dos horas… sala llena… ¡Ya llegó! Se sentó… frente a mí… ¡a dos metros! Alucinante… un gran mensaje… un gran hombre… Digno de admiración… salimos contentos… “gracias por la invitación, Nick es excepcional”… “¿Vamos mañana?”… “No puedo…”



Resignado una vez más a ir solo a la zona VIP, no tuve más opción que ir en auto. No sabía si habría estacionamiento y en qué parte de San Marcos, así que decidí dejarlo en una casa cercana y tomar un taxi que me lleve… “Relojeando” la zona, pensé en una amiga… no, su zona es media “movida”… llamé a mi primo… tenía guardia… llamé al Erickillo… “normal amigo lo dejas en la puerta de mi casa”. ¡Chévere! 

Ahí lo dejé y tomé un taxi. Fuimos por la puerta de Universitaria… “El ingreso de VIP es por Venezuela”… csm… a dar la vuelta… El taxista, luego de hacer una maniobra “temeraria”, me dejó en la puerta correcta. Había cola, no abrían aún, llegué 1 hora antes de la indicada. Me acerqué a la reja a preguntar… “!Kikin!”, me llamaron. Voltee y un pata me saludó pero me demoré unos segundos en reconocerlo. Lo saludé y se acercó a mí. “Soy parte del equipo de apoyo del evento… pasa”. Crucé la reja y esperé a que abrieran conversando con él y otros colaboradores. 

Abrieron la reja y estúpidamente la gente empezó a correr… Malditas malas costumbres de los peruanos, no había nadie dentro pero sin embargo tenían que correr… ¿Para ganarle a quién? No entiendo… en fin… autos también ingresaron… y yo dejando el mío por otro lado… en fin… Había un chico tratando de correr con la “manada” y era más que obvio que le costaba caminar. Mi pata le pidió a la gente que se calmaran y que no corran, que podían causar un accidente; alabado sea el señor que la gente hizo caso. 

Mi amigo se acercó a este chico, le pidió calma y lo invitó a caminar con nosotros. Luego se acercó a un primer auto a pedirles que nos den un aventón. El chico dijo que no quería subir así que sin pensarlo yo me metí al auto y desde dentro le dije: “vamos, acompáñame”. Entre el “apúrense” de la señora y el “acompáñalo” de mi amigo, el chico subió. “Gracias, eres una buena persona”, me dijo con dificultad. 

Un par de minutos después bajamos del auto con un “gracias” a los desesperados señores. Le dije que no se preocupe, que lo acompañaría hasta su sitio. “¿Qué zona es tu entrada?”, pregunté. “Platinum”, respondió. “problemas”, pensé… ya vería como me las arreglaba pero mi misión era dejarlo en su sitio, sentado. Primer control… ni siquiera me miraron… pasé. Bajamos todas las gradas de la tribuna, un señor lo tuvo que ayudar a bajar. Llegamos al segundo control: “Entradas a la mano por favor”… Pensé que esa sería mi parada… “Lo estoy acompañando”, dije… y me dejaron pasar… Bueno, mejor, para dejarlo en su sitio, lo encargo con alguien y me voy… “¿Me vas a acompañar, no?, nos sentamos juntos”, me dijo. Solo pude decir: “Claro, nos acompañamos, sentémonos por acá”. Nuevamente estaba adelante, segunda fila. Eso ya no podía ser coincidencia.

No voy a contar sobre lo que conversamos porque es algo entre él y yo. Solo puedo decir que durante las dos horas de contarme su historia, su vida, su discapacidad, su familia, su colegio, su “ex”, sus palomilladas, sus sueños, sus frustraciones, sus ídolos, su sueño hecho realidad, su futuro… durante esas dos horas tuve el corazón en la garganta y las lágrimas ahogadas detrás de los párpados. Fue increíble conocer a una persona tan normal atrapada en un cuerpo con discapacidad; tan lleno de vida, tan bueno, tan noble, tan emocionado por ver a su ídolo Nick (y a su otro ídolo, Gisela), tan “chacotero” como cualquier otro chico de 16 años, que te hace pensar más allá de justicias o injusticias, en verdaderos milagros hechos personas.



No me cabe duda de que yo tenía que estar ahí, en esos dos momentos, porque así lo quiso Dios, lo propuso el destino y lo seguí yo. Si hubiera comprado otra entrada, si alguien me hubiera acompañado, si otra persona me hubiera guardado el carro, si otro taxista hubiera parado, si no me subía a ese carro, si hubieran sido otros los controladores… todo hubiera sido diferente… por eso agradezco siempre por las cosas que pasan, sean o no sean como yo espero, porque siempre hay algo más grande detrás, “conspirando”, para que las cosas sean como tienen que ser… yo solo debo estar atento y seguir el camino… 



¡He dicho! 


¿Y Nick?: Después de las emociones intensas que tuve con este chico de 16 años llamado Nicolás (alias “Nick”), cuando salió Nick, el orador, el impacto fue menos intenso, aunque no menos importante. Realmente es un ser excepcional… y el otro Nick, también.


Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(08 de Noviembre del 2013)

4 comentarios:

  1. Siempre tus historias son para enmarcar. Que grandes ejemplos de vida Kikin. Sin duda Dios nos pone pruebas pero también se encarga de que todas las piezas encajen luego.
    Un beso amigo.
    Te quiero!

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  2. Si todos supieramos andar de la mano de nuestro poder superior, y dejaramos de tratar de controlar todo lo que esta a nuestro alrededor, pudieramos dar espacio a los "milagros", bendiciones, sorpresas de la vida. Que bacan Kikin!! tienes una espiritualidad admirable y hermosa! te quiero amigo!

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  3. KIKIN ....TE PASASTE PARA EL CUZCO...ESTA VEZ SI LE PUSISTE ALMA, VIDA Y CORAZON A ESTE RELATO...SEGUIRE TU CRECIMIENTO LITERARIO...UN ABRAZO....LUCHO RAMIREZ

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  4. KIKIN ....TE PASASTE PARA EL CUZCO...ESTA VEZ SI LE PUSISTE ALMA, VIDA Y CORAZON A ESTE RELATO...SEGUIRE TU CRECIMIENTO LITERARIO...UN ABRAZO....LUCHO RAMIREZ

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