Si se Cierra una Puerta… ¡Trepemos Ventana!

¡Por fin! ¡Publicación número 100! Por muchos motivos este post es y será memorable. Y es que llegar al punto final de una etapa de vida trazada en 100 publicaciones en el blog, MI blog, y que a la vez es el inicio de nuevos caminos y nuevos retos (empezando por el libro), sin duda provoca en el pecho un suspiro con sabor a “lo logré… por ahora”.

Muchas veces empezamos algo como jugando… en el caso de este blog, como web-eando. Empiezas a decir lo que piensas, a contar como te sientes, a putear por los que te joden, a agradecer por los que te quieren… y de repente, sin previo aviso, te da cáncer y te cortan la pierna. Disculpen los susceptibles por si lo que acabo de decir les choca, pero yo tomo sprite, las cosas como son, así que no me ando con rodeos ni dibujando margaritas, así pasó y así lo cuento, sin miedos, sin tapujos, sin complejos, sin rencores… al contrario, lo digo con orgullo, con la frente pelada en alto, con dignidad, con amor propio… porque es lo que me tocó vivir y lo vivo a cada segundo, disfrutando de lo bueno, aprendiendo de lo malo, y dejando en el camino muchas huellas que espero el tiempo no borre. 

Porque así soy y así seré, así crecí, así aprendí, así viví. Cada etapa recorrida, cada caída, cada recuperación, cada desilusión, cada logro, cada decepción, cada ilusión… todo, todo lo vivido en estos 32 años, y que muchas de esas cosas importantes he compartido con ustedes (en especial en las dos últimas publicaciones), todo eso me ha ido formando para ser quien soy ahora, sin perder esa esencia muy particular que me caracteriza y me diferencia de los demás. Y con virtudes y defectos me quiero y me valor porque he aprendido que si tú no te quieres primero, luego el(la) primer(a) idiota que se cruce en tu camino te hará sentir mal, así no sea su intención. 

Me quedó claro desde que lo leí en la Biblia “ama a tu prójimo como a ti mismo”, ¡por eso me quiero como la cuchi! Tal vez parezca un pensamiento egoísta, y lo sería, si no fuera porque amo a mi prójimo tal cual me amo a mí. Respeto y cuido a las personas (incluidas las que no conozco), me preocupo, los quiero y trato de darles lo mejor de mí para que estén bien, en lo que esté a mi alcance. Por eso mismo sigo escribiendo y sigo contando sobre mis experiencias con el cáncer y sobre mi nuevo estilo de vida de Persona con Diversidad Funcional (aprendan el término), porque mucha gente ha sentido un consuelo, alivio, refugio o motivación a través de mi historia, lo cual los hace levantarse y seguir su camino; y con sus “gracias” me ayudan a continuar con el mío. 

Pero mi camino es duro aunque no se den cuenta. Llevo una lucha diaria para salir adelante porque la gente no se da la molestia de ponerse en mi zapato y ver la vida con mis ojos. No es fácil levantarse todos los días con un solo pie, no es fácil tener que ir hasta al baño con muletas, no es fácil trabajar usando una prótesis durante horas para terminar con la piel irritada y con heridas. Pero sigo porque soy un gallito de pelea, soy un cholo terco que no le gusta perder. Me pongo pico a pico con quien sea porque no me dejo pisar el poncho pero siempre del lado de la verdad, y solo en la verdad hay libertad y justicia, y la llevo a cada aspecto de mi vida.

Con tantas cosas que me han pasado en la vida, desde las enamoradas inmaduras que no saben afrontar problemas hasta los tormentos y penurias entre tantos hospitales donde parece que se han olvidado que atienden personas; he aprendido a ser muy paciente y estoy convencido que forzando situaciones no voy a lograr mejores resultados. Por eso es mejor dejar que las cosas “fluyan”, esperando atento las “señales” que me manda la vida y preparándome para recibir lo que se viene, como se venga, en el momento que tenga que llegar, pero sin dejarlo pasar. 

Porque tampoco se trata de esperar sentado, se trata de trabajar, de luchar, de esforzarse, de ser persistente con lo que queremos; pero esperando sus frutos pacientemente. Por eso no me desespero con todo este paquetazo que me ha tocado vivir, yo sé que Dios quiere algo grande de mí y estoy avanzando, poco a poco, para descubrir de qué se trata. Acojo las señales que recibo de las personas, de las situaciones, de los acontecimientos, y trato de sacarle el mejor provecho, haciendo las cosas bien para mí y para los demás. 

No reniego por lo que no tengo en el momento que yo quisiera… tal vez nunca lo tenga. Es mejor agradecer por lo que tengo conmigo, sea mucho o poco, porque es mío y es una bendición que muchas otras personas tal vez no tengan y quisieran tener. Por eso agradezco el haber tenido cáncer y vivir sin una pierna porque me está enseñando más que cualquier maestría y doctorado. Aunque no lo crean lo agradezco porque me ha demostrado que vivo rodeado de gente que me ama, personas que literalmente se sacaron la sangre de las venas para que yo esté mejor. Ese amor que me rodea y que fluye en mí y que proviene de Dios, ha sido el mejor regalo que he podido recibir y solo puedo estar agradecido por haberlo sentido en tal magnitud… y que hasta ahora sigue y seguirá fluyendo de ida y vuelta.

Dejo que la vida fluya y me enseñe el camino; creo en Dios y dejo que él obre sus milagros a través mío y me guíe. Mi chamba es prepararme, trabajar e ir avanzando por el camino, escogiendo las rutas que se presenta y que considero que son las mejores para mí. A veces será una buena ruta, a veces no, y tendré que retroceder y cambiar, a veces tendré que ir por donde no quería, pero así es el camino, nunca hay nada 100% seguro, todo tiene un riesgo y eso es lo que le da sabor a la vida. No tengo miedo de arriesgar ni de equivocarme: el que no arriesga, no gana; y el que no se equivoca, no aprende cómo levantarse ni cómo a ser mejor cada día. 

Definitivamente si me dieran a escoger, no elegiría tener cáncer ni menos vivir sin una pierna, pero es la ruta que me tocó, así que queda sacarle el jugo y disfrutar el viaje. Hay que ver el lado positivo a todo, siempre existe, lo sé por experiencia. Pero mucha gente se queda en los lamentos, en las culpas, en los reproches, y termina perdiendo mucho tiempo sintiéndose mal y haciendo sentir mal a los que lo rodean, en lugar de aferrarse a la vida y a lo bueno de cada situación. Yo no, no soy así, no puedo; así que decidí ver las ventajas de mi situación y ya voy encontrando muchas, desde pasar rápido en las colas de bancos (a pesar que muchas veces no te dan preferencia y uno tiene que reclamar) o restaurantes, hasta tener cada vez más fans engreidoras que te compran postrecitos y regalitos. 

Todo es cuestión de perspectiva: las cosas no son como son, sino cómo las vemos. Influye mucho nuestras experiencias, nuestra formación, nuestros valores, nuestros sentimientos y hasta nuestro estado de ánimo; pero todo ello puede ser adaptable si le ponemos una pizca de actitud, una actitud positiva que me hace ver lo bueno de las cosas a pesar de los malos ratos ya que todo pasa, va y viene, todo fluye… 

Muchas veces pienso que para tomar las cosas “por el lado amable” como lo hago, tanto por tener un espíritu luchador y una gran fortaleza, es porque estoy medio loco. Nunca he sido muy convencional y suelo ver las cosas desde otra perspectiva distinta al de los demás, y más allá de ser bueno o malo, creo que es útil y me sirve para llevar una vida mejor. Loco o no, lo importante es que he aprendido de mí mismo y sé quién soy, me valoro así, tal cual, porque no soy perfecto, todos cojeamos de algún pie (¡y yo más!). 

Por eso, sea como sea, aprovecho al máximo las muchas o pocas virtudes que tengo, pero eso sí, tratando siempre de ir mejorando mis defectos… tal vez nunca cambie, que es lo más probable, pero sí puedo domesticarlos. En la universidad era conocido por mi mal genio y ser muy renegón, lo cual ha mucho honra puedo decir que he domesticado bastante y a los que me conocen de esa época se dan cuenta. Antes era un “Hulk” con un Kikin dentro, ahora es al revés… y ahora ese Hulk solo sale para los que me sacan de quicio. Así que si yo pude, todos pueden. 

Es así que llegamos al inevitable final con la pregunta: ¿Qué hago si se cierra una puerta? Y la respuesta te la doy con un súper resumen de todo lo que he escrito: Agarra tu personalidad (con virtudes y defectos), mira las cosas desde otra perspectiva, busca y encuentra las cosas positivas, toma la ruta que se presente y fluye en el camino, con fe y amor, de la mano de Dios y de la gente que te quiere y que tú quieres (como a ti mismo), trabajando duro por salir adelante, agradeciendo por las oportunidades que tienes y esperando con paciencia los frutos que llegarán en su momento… 

¿No queda claro? Entonces me vuelvo a poner de ejemplo: mi personalidad espontánea, sociable, positiva, luchadora, vanidosa, renegona, con matices de locura; me ha hecho ver que a pesar de haber tenido cáncer y vivir con una pierna, no es el fin del mundo, que tengo la oportunidad de disfrutar del afecto de mucha gente. Además veo que detrás de todo hay un camino más grande que Dios y la vida me están abriendo y que estoy decido a seguir, luchando con fuerza y sin desanimarme para lograr ese propósito de vida que he adoptado y que es generar un gran cambio en la vida de las personas, encomendándome a Dios para que me guíe y apoyándome en mis seres queridos para que me den fuerzas, agradeciendo el tener esta oportunidad de hacer algo tan grande y que desde ahora ya veo los primeros frutos de esa lucha constante. 

Y como muestra de lo que digo pueden revisar estos “links” con las cosas que he conseguido hasta ahora y que son solo el principio de muchas más, pues en 2 semanas saldré en otro reportaje en Panorama y luego saldrá un proyecto GIGANTE sobre respeto a las Personas con Diversidad Funcional. 

Entrevistas en televisión:
http://www.youtube.com/watch?v=Y6OLmq8v-7E
http://www.youtube.com/watch?v=8e8jgOBDaM0
http://www.youtube.com/watch?v=2GbVp5KEZd0

Entrevistas en radio:
http://www.youtube.com/watch?v=LPY3WUwk9Tw
https://www.youtube.com/watch?v=T87ape1LCMY

Artículos publicados en la PUCP:
http://puntoedu.pucp.edu.pe/opinion/discapacidad-respeto-pucp/
http://puntoedu.pucp.edu.pe/opinion/por-que-debemos-respetar-los-estacionamientos-reservados/

Crean que puedan o que no puedan… estarán en lo correcto. Yo creo que puedo y lo estoy haciendo… ¡trepando ventana!

¡He dicho! 


Agrade100do.- a todos por creer en mí, por darme su apoyo y su cariño; tengo fe en que lo que hago es parte de algo más grande y ustedes son parte importante de eso. Yo seguiré con fuerza hacia adelante, llevando a cabo mis proyectos, cosechando más frutos, porque sé que es la mejor manera de retribuirles lo que han hecho, hacen y harán por mí. 


Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(26 de Julio del 2013)