sábado, 8 de septiembre de 2012

3 de 7 Confianza (Con los ojos bien abiertos)


Uyuyuyuyuy!!! Que quieres que te diga!!! Que serio este tema!!! Vamos entrando al área!!! Cerca al punto de penal!!! Pisando el área chica… donde las papas queman!!! (Los comentarios futbolísticos caen a pelo porque ayer le ganamos a Venezuela!!! Perú, Perú, Perú!!!). Y es que así como cuando Farfán o Guerrero pisan el área chica y tiembla el arco rival, así también nos ponemos todos cuando entramos a tocar el tema de la confianza en cualquier tipo de relación, más aún cuando son de pareja.

Realmente podemos poner las manos al fuego por alguien? No hacer caso a lo que digan o comenten, inclusive a lo que se vea, y seguir creyendo ciegamente en una persona? Ser capaces de pelearnos con cualquiera por defender el honor de esa persona en la que creemos plenamente? Complicado no? He escuchado a más de uno decir “no confíes en nadie” o, peor aún, “no confío ni en mi vieja”; pero por más duro que suene es la realidad y no podemos negar que es realmente DIFICIL CONFIAR PLENAMENTE en alguien. 

Y por queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee??????????????????????

Para empezar, por uno mismo.- Es difícil porque partimos de nuestros prejuicios. Sí, dije prejuicios, o sea, del saque pensamos que la otra persona “me va a dejar por sus amig@s” o “no me va a hacer caso cuando le hablo” o “me va a engañar”,  porque así nos trataron en el pasado. Todos tenemos experiencias, buenas y malas, pero cuando se trata de este tema normalmente partimos de las malas para “protegernos” de los demás, en lugar de partir de las buenas para empezar a confiar en el otro. Nos ponemos a la defensiva y nos escondemos como tortuga dentro de caparazón pero ni siquiera nos hemos dado la molestia de empezar a conocer a la otra persona. Me hace recordar a mi sobrino Rodri, que siempre que queremos que pruebe algo dice “no me gusta”, y siempre le respondemos “pero si no has probado, como sabes que no te gusta”… casi casi rogándole tenemos que hacer que pruebe… si bien la mayoría de las veces a las finales dice que no le gusta porque es un engreído (si ya se, es de familia), lo importante es que debe probar para que sepa por experiencia propia si le agrada o no, más allá de lo que pueda oler y ver. 
Ojo, no tiene nada de malo ir con “precaución”, es más, debería ser así, pero una cosa es ir con cuidado y otra cosa es de plano no mostrarnos como somos por miedo a que “nos hagan daño”. Es absurdo así como inevitable, tarde o temprano algo va a pasar que te va a doler, es parte del aprendizaje, del crecimiento y de la madurez; tanto como persona como en la relación de pareja. Pero si vives pensando en cuidarte de por vida de que nadie te haga daño, mejor métete a un monasterio de claustro. Asume, es parte de la vida, el amor a veces duele, no por maldad, sino porque a veces cometemos errores… Pero el verdadero amor perdona, el verdadero amor sana, el verdadero amor continúa; así que déjate conocer, abre tu corazón, no a lo bruto, con cuidado, de a pocos, pero hazlo, no te escondas sino nunca vas a comprobar si tus prejuicios tenían fundamento o era solo una mera excusa para arrugar como las nenas.

Para continuar, por el otro.- “Hola, soy Kikin Rispa, cuéntame toda tu vida y no te preocupes que no le diré a nadie”. Me creerían? La gente que me conoce y que confía sabe que me voy a llevar todos sus secretos a la tumba (Que si los contara en el blog ya tendría como 5 best sellers jajaja). Pero la gente que solo me lee y no me conoce, confiaría? Solo porque yo lo digo? Si un extraño viene y te pregunta “te veo triste, que tienes?”, se lo contarías? Salvo aquellos momentos que estamos por reventar y tenemos que contárselo a la primera persona que se presenta, normalmente no lo haríamos, no creen?
No porque yo soy Kikin Rispa o la Reyna de Inglaterra o inclusive el Dalai Lama, vas a confiar en mi, YO TENGO QUE GANARME TU COFIANZA. Y eso se consigue no con palabras sino con hechos, sobre todo siendo coherente entre lo que digo y lo que hago. De nada me sirve prometerle a mi pareja que nunca voy a llegar tarde si sé que soy un tardón por excelencia, por más que prometa el oro y el moro que voy a cambiar.

Para terminar, como si fuera poco, por los 2.- Conocer a alguien es chévere porque no sabes que cosas trae, si son historias divertidas, anécdotas alucinantes o vivencias conmovedoras. También de hecho que hay cosas que no compartes, que joden o hasta que te parecen espeluznantes. Formar una amistad aún más pues ya implica que hay un vínculo de por medio, y con el un compromiso… ya ni hablar cuando tienes una relación de pareja… matrimonio… hijos… me enroncho! Jajaja. Pero bueno, el punto es que hay una interacción entre realidades diferentes por tanto hay cosas positivas como negativas. 
Acá viene el kid del asunto: Todos nos queremos cuando las cosas van bien, si la economía del país está bien, nadie critica al presidente, pero si sube el precio hasta del papel higiénico, como nos está pasando, todo el mundo se altera, y lo peor es que los que te apoyaban ahora son tus principales críticos. Que vaina no? Cuando todo está bien, todo bacán, pero cuando empiezan los problemas, ahí mucha gente corre, se esconde o hasta te traicionan. Es así de difícil y por eso mismo la importancia de que ambas personas estén dispuestas a confiar uno en otro, demostrando que merezco que confíes en mí por lo que te demuestro, aceptando que me puedo equivocar, perdonando los errores… y eso es parte de la TOLERANCIA, que vendrá en el siguiente blog.

Conclusión: La confianza no se brinda, se merece; no se regala, se gana; no se pide, se lucha por ella. Para tener confianza yo debo permitirte conocerme y tu demostrarme con hechos que te mereces mi confianza (y viceversa); aun cuando uno mete la pata, pues por la confianza que existe entre ambos, se pide disculpas y se perdona. Por eso antes de confiar a ciegas, hay que confiar con los ojos bien abiertos… antes de cerrarlos.

He dicho!

En la próxima edición.- siguiente post… TOLERANCIA.


Kikin Rispa
(08 de Setiembre del 2012)

10 comentarios:

  1. Es cierto lo que dices. Sobre todo con lo de la confianza se gana. En lo personal, yo tengo que aprender que no tienen buenas intenciones, es decir, no se puede ir x el mundo confiando en cuanta persona se cruce en el camino. A veces pecioladas x eso, y no x boca suelta, sino x tonta. He tenido tantos choques contra el suelo que las heridas ya me han ido snseñando, hablando del lado relación de amistad. Felizmente en el lado de pareja la confianza es plena . Pero solo se logra con tiempo.

    Un beso Kkin. Espero tu post sobre tolerancia. De eso si que no tengo mucho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te comprendo perfectamente, a veces uno de confiado le da la mano a la gente y en vez e quedar como buena gente termina quedando como tonto... pero a las finales uno se queda con la conciencia tranquila de actuar de buena fe y el aprender en quienes se puede confiar. Ya se viene la tolerancia... se tolerante jajaajja

      Eliminar
  2. Tienes razón en todo lo q escribes Kikin, un abrazo, te debo una visita :)

    ResponderEliminar
  3. Creo, mi querido Kikín, que podríamos resumir tu excelente post en la frase "quid pro quo". ¿Qué opinas?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente Marcelito, mientras no se interprete como "hago algo solo porque espero recibir algo", sino que se entienda como RECIPROCIDAD, "hago algo porque me nace, y retribuyo algo por gratitud". (o en buen cirstiano, dame que te doy que te sigo dando jajajaja)

      Eliminar
    2. jajaja es que no me tienes paciencia...

      Eliminar
    3. Mmm... Y mientras tampoco se traduzca como "toma que te doy", todo estará bien. Ja ja ja.

      Eliminar
  4. Amigo!! Difícil este tema de la confianza, sobre todo porque para mi bastante tiene q ver con la frecuencia con que uno trata a la otra persona. Tú sabes, a veces las amistades (y las parejas) van y vienen y creo q toma varios años para darse cuenta que realmente puedes confiar en alguna persona. En fin, este tema es para hablarlo con su cafecito :-) Ah! y no sabes que hace un par de semanas fueron mis papis y una de mis tias favorias a visitarme a Houston. Me contó la historia de un chico que tuvo cáncer y que ahora tenía su blog y justo me habló de la votación de los blogs y me dio mucha risa porque se trataba de ti jaja.. chikito el mundo ;-) Ahora ando de gira con mi banda al otro lado del mundo y no estoy muy pendiente de tus blogs pero ya sabes que me comunico alguna vez ;-) y si no me entero de tu vida por ti, por otros será :-) Un besote y sigue escribiendo. -Eli

    ResponderEliminar
  5. Hola Kikín. Muy buen post.

    El tema de la confianza es bastante especial. La clave es mantener un equilibrio. Ni ser un zonzonazo -Cuculiza dixit- que confía en todo el mundo y ttodos lo mecen a su antojo; ni tampoco ser un desconfiado total que no confía ni en su sombra. Los extremos son dañinos. En mi caso, también he sufrido decepciones de personas a quienes le otorgué mi confianza y la defraudaron y traicionaron. Pero lo importante es que la conciencia queda tranquila y no te quedas con la duda sobre qué hubiera pasado si hubiéramos confiado. En mi caso, soy alguien que me gusta ganarme la confianza de las personas con mis actos y transparencia. Y si alguien confía en mí, soy recíproco en ello.

    A esperar tu siguiente post.

    Un abrazo.

    LUCHO

    ResponderEliminar

Siempre es buen recibir comentarios... ayudan a seguir mejorando y a continuar escribiendo. ¡GRACIAS!